miércoles, 14 de noviembre de 2018

25 AÑOS (se nos escapó de las manos el) Barranco de Estribiella

Pocos días después del chasco de San Andrés (ver aquí) se iban a disponer las cartas para una jugada parecida...

El 3 de noviembre de 1993 anoté en mi agenda:
"Me cuenta M. Vallés que el bco. que baja de Estiviella va estrecho en un tramo de cascadas. Siempre me lo he preguntado. Bien, iremos a él"
Dispuestos a ello Werner y Helga Zindel me visitaron el sábado 6 pero Miguel Santamaría, de Jaca, me dijo por teléfono que había nevado en Peña Oroel. Hacía frio y auguraba mal tiempo. El barranco esperaría un poco más.
El día 12 volvimos a contactar y quedó decidido. Y esto sucedió:


 Estas son fotografías de aquel día.

Decididamente el mal tiempo jugó en nuestra contra. Mala suerte, pues allí perdimos sin saberlo nuestra oportunidad.
Paso el invierno y al comienzo del verano un grupo de montañeros y escaladores del Club San Jorge de Zaragoza tuvo la misma idea...


No apunté la referencia de donde se publicó esta reseña, pero confirma y precisa lo sucedido.

El 7 de agosto de ese mismo año, sin saber nada de todo esto, José Antonio Cuchí volvió a Estribiella en compañía de Gemma Garcés, Mariano Vallés, Toño Ubieto y Manolo Avellanas. Y, claro está, se lo encontraron instalado... Se consoló con realizar el croquis y tomar unas notas (sin olvidar su condición de geólogo):



Esta información de José Antonio fue la que utilizaron Fernando y Ana Biarge para su libro de 1996:


(Hay que advertir que este libro aunque presenta el depósito legal de 1991 en realidad está publicado en 1996. Es importante tenerlo en cuenta para evitar confusiones al rastrear las fechas históricas)

He tardado bastantes años en conocer a Nieves Arbonés y compañía. Alguna risa hemos compartido con esta historia.

Por mi parte he vuelto solo una vez, cuatro años después. Era 30 de octubre y el agua estaba de nuevo muy fría, con algo de hielo al comienzo. El cielo en cambio estaba espléndido y un buen quebrantahuesos nos sobrevoló a mitad del descenso.

sábado, 3 de noviembre de 2018

GUARGUERA VIVA

Hay que hacerse eco de esta pequeña publicación:


Escrita por un buen número de colaboradores al amparo de la Asociación Guarguera Viva.
La modestia que asumen sus autores en la presentación incrementa la ilusión y espíritu de futuro que impregnan página tras página.
Todo escrito sobre el territorio del río Guarga es siempre una alegría.

miércoles, 24 de octubre de 2018

25 AÑOS (de haber esperado demasiado) Barranco de San Andrés

Efectivamente hace 25 años, un día como hoy, nos llevamos un chasco al pensar que íbamos a efectuar el primer descenso del Barranco de San Andrés, afluente del Congosto de Olvena y más que conocido lugar por pasar por él la carretera que sube hacia Graus y el valle de Benasque.
Esta evidencia no podía pasar muy desapercibida, como así resultó ser. Pero vamos a repasar los detalles de todo esto y algunas dudas al respecto.

Sabíamos que se escalaba a lo largo del congosto, pero fue en 1982 cuando apareció un trabajo recopilatorio que circuló fotocopiado entre algunos clubs de la provincia. De factura muy modesta pero bien explicado y detallado:


Esta era la portada de un texto mecanografiado y con abundantes croquis dibujados a mano, todo a cargo de Fernando Albano perteneciente al grupo de montaña del Airon Club de Monzón.

En él se incluía la zona con la información que nos interesa:


Croquis de la peña occidental y fotografía de ambas, claramente separadas...

En el texto introductorio se decía:
"Túnel nº 8: perfora las PEÑAS DEL SALAO; ORIENTAL Y OCCIDENTAL. En realidad el túnel solo perfora en su base a la Occidental, ya que la Oriental, separada de la anterior por una brecha, queda más apartada"
Efectivamente, la "brecha" que separa ambas peñas es precisamente el Barranco de San Andrés y es interesante constatar como el nombre de ambas (Peñas del Salao) se corresponde con el topónimo 'Fuensalada' que en algunos mapas se utiliza también para al menos esta parte final encajada del barranco.

La vía de escalada que allí aparece se debe a José Murciano y S. Sarrado, y nos consta que, al menos José, durante aquellos años de principios de 1980 ya bajó la parte final del barranco durante sus peripecias por esta zona.


Aquí tenemos al infatigable José Murciano durante un viaje barranquista que hicimos a Mallorca en mayo del año 2000.

Y así llegamos nosotros, primero al 17 de octubre de 1993 para mirar:


En la foto de la derecha Maca, prismáticos en mano, mira de frente nuestro objetivo.

Y luego, 7 días después, para bajarlo:


Allí estuvimos hace hoy 25 años Rafael Larma, José Antonio Cuchí, Ramón Bitrián, Manolo Avellanas, Ignacio Costas y Enrique Salamero.

Y este fue el croquis que dibujé: en una libretita durante el descenso y ya en limpio en casa.

Desde luego, este barranco tenía muchos pretendientes. Miguel Soro (el compañero de Edu Gómez con el que editó en 1993 aquella primera guía de barrancos catalanes) ya había visto brillar anclajes: los mismos que encontraríamos nosotros aquel 24 de octubre.
Pero entonces, ¿quién se nos había adelantado?
Tengo algunos datos que no concuerdan y un "viejo" croquis del que ignoro su procedencia:



La información de que dispongo (y no recuerdo donde la encontré) sobre el primer descenso integral (posterior al efectuado por José Murciano) es la siguiente:

  • 1er intento: Félix Giner y Domingo Poveda en abril de 1993
  • 1ª integral: 5 personas del Club de Montaña Pirineos (de Zaragoza) el 31 de octubre de 1993

Pero esto se contradice con nuestra fecha (una semana antes) y con lo que sabía Avellanas (descendido hacía 2 años). ¿Cómo casar todo esto? Ciertamente, cuando estuvimos ya estaba bajado. ¿Quizá anoté mal aquellas fechas?

Disimulado y "desconocido" durante todos esos años, me di prisa en publicarlo. Lo hice, y así salió a la luz por primera vez, en el nº 101 del año 1994 de la revista Desnivel:


Esta es la portada y el artículo en cuestión (la foto del barranco está al revés)

Con posterioridad lo incluimos, con algún detalle, en el Índice de Barrancos que editamos con la FAM en el año 2001 y en la guía Sierras de Piedra y Agua de 2002. Luego, Gimat aprovechó para incluirlo en el suyo de 2005.



Desde entonces y poco a poco el Barranco de San Andrés ha ido cogiendo algo de la presencia que le corresponde. Deportivamente interesante, geológicamente curioso, vegetación escasa y situación favorable le han dado su pequeño (pero merecido) status.

martes, 2 de octubre de 2018

DESDE QUE UN PASTOR CANTABA POR LHURS

Esta entrada será en memoria de aquel pastor, aparentemente contento u optimista pese a lo poco fácil de aquella vida:
"Devant nous, sur le Petit Billarre, un berger chante en gardant son troupeau; la Table est magnifique et imposante..."
Quien lo relata es Charles Cadier el cual, en compañía de sus hermanos Albert y Edouard, aquel 9 de septiembre de 1898 y con 16 años va a efectuar su primera noche en montaña tras pasar por el Lac de Lhurs (lo escribe 'Liurs' y además confunde el Grand con el Petit "Billarre", pero todo queda más que perdonado).

Aquí podemos leerlo.
(Famille Cadier. 3 carnets de courses. Éditions Monhélios. 2004)

Nada se decía de la morada de unos y otros, guardianes y guardados. Por eso, y por la afortunada suerte posterior, celebraremos en esta entrada el recuerdo y la actualidad.

DESDE EL RECUERDO...
El ayer más curioso lo podemos encontrar en dos rocas del camino, en la franja de lapiaz que la senda atraviesa poco antes de los llanos que preceden al Lac de Lhurs.


Izquierda: situación (flecha roja) en el mapa IGN, TOP 25, 1547 OT, édition 5 (2017).
Derecha: lugar por donde se encuentran, contiguas a la senda.

Y estas son las dos piedras:



Son posteriores a nuestro pastor cantor. ¿Apellidos, parentesco? Quizá un trabajo de archivo desvelara algo...
La más antigua de ellas aparece fragmentada ¿alguien ha buscado por los alrededores? y sorprendentemente piqueteada ex profeso para borrar parte de la inscripción ¿cuanto de antiguo es el borrado? Sobre ella existe una cita interesante: en el Carnet de Courses nº3 de Henri Ferbos (la nº 422 y correspondiente al 17 de noviembre de 1993; el texto completo está publicado en la web de la revista Pyrénées, ver aquí) se la menciona de la siguiente manera:
"En traversant le lapiaz sous le lac, vu à gauche du sentier une dalle gravée: 'Garissère Jean, Dus août 1915..."
Llama la atención ya que en la actualidad no aparece la palabra 'août'.

Estas piedras nos recuerdan otras. Y nos recuerdan también el vacío al respecto en el lado aragonés ¿alguien busca/encuentra? En lo que concierne al cercano Vallée d'Ossau podemos saber más:


Dos publicaciones de Jean-Pierre Dugène, de 1994 y 2002.


...HACIA LA ACTUALIDAD
El día de hoy es halagüeño para las "cabanes" que, desde cierta antigüedad, existen por aquí.
Sin embargo, como tantas otras del Pirineo, debieron sucumbir al paso de los tiempos. Al menos eso se desprende de la mención recogida en algunas referencias bibliográficas:

  • En sus anotaciones tras la apertura el 18 de junio de 1961 de la cara Este de la Mesa de los Tres Reyes, los hermanos Jean y Pierre Ravier anotan (Jean & Pierre Ravier, 60 ans de pyrénéisme, J.F. Labourie y R. Munsch, Éditions du Pin à Crochets, Pau, 2006):
"Arrivée de nuit au lac et aux cabanes (sans toit)..."

  • En 1993, en el ya mencionado Carnet de Courses nº3 de Henri Ferbos se muestra una fotografía en la que vemos una ubicación diferente a la actual, junto a un gran bloque de piedra. Pese al mal estado visible, el autor la referencia de manera optimista (quizá más personal que real):

"...pendant que je monte vers la cabane de Lhurs... sans le savoir car elle n'est pas mentionnée sur la carte. Merveilleuse surprise. Comme celle d'Ansabère, elle est à l'abri d'un énorme bloc. Mais elle est restée plus archaïque; plutôt plus 'antique': sa porte de bois étroite, son sol de dalles, les utensiles. C'est une cabane vivante. J'en jouis un bon moment"

  • Mucho tiempo después la reedición de 2007 de la guía Ollivier 'Pyrénées Occidentales I, Vallée d'Aspe et versant espagnol' describe:

"Monter au lac de Lhurs par l'itinéraire (21). Contourner le lac par la rive gauche: cabanes en ruines, sources à l'O.-S.O."
Incluso ni aparece en la primera edición (1991) del mapa TOP 25 del IGN francés, cuando otras en valles vecinos sí lo hacían:



Pero hoy ya no es así.
Las cabañas que encontraremos son dos: Claveranne (la inferior) y Pouey (la superior). Han sido recuperadas y se encuentran en muy buen estado, fuera de aquella ya innecesaria roca que antaño las protegió. Conviven junto a lo que queda de los antiguos muros de piedra.
Incluso hay noticias muy recientes:


Ver noticia completa aquí.

Veámoslas:


A la izquierda la proa de la Mesa de los Tres Reyes, en el centro la Pène Blanque y a la derecha el Billare. Abajo y entre las dos últimas se distinguen bien los recintos para el ganado de las dos Cabanes de Lhurs. El lago queda escondido a la derecha.

Izquierda: Cabane de Claveranne.
Derecha: Cabane de Pouey.

Qué contraste entre este pastoralismo persistente y las viejas ruinas de muchos otros.

jueves, 6 de septiembre de 2018

EN LA ESQUINA, ENTRE ORTIGAS

Así se podría indicar la situación de muchas de ellas. Y sirve perfectamente para la que nos ocupa ahora.
Protegida fuera del pedregal, al pie de los escarpes. Rodeada de las sempiternas ortigas que denotan un terreno antiguamente abonado (y que todavía se comprueba aquí).
No lejos del camino (muy frecuentado) que sube al Garmo Negro y las Argualas. Muy cerca de la senda que lleva a los preciosos ibones de Ordicuso (o de las Ranas, según otros).

Se trata de un viejo cierre de piedra seca para recoger al ganado. Otro más de los situados en altitud, de los que nadie da referencia ni mención; ¿vivirá todavía alguien que sepa dar razón de éste?

Se encuentra algo más arriba de lo que suele llamarse Mallata Baja de las Argualas. ¿Tendrá relación con ello este pequeño corral?

Situación: izquierda (punto naranja), derecha (flecha naranja)
(Fuente mapa: Editorial Alpina, serie Alpina 25, Valle de Tena, edición 2016)
(Fuente ortofoto: aplicación Maps de iPad)

Aunque casi borrada su existencia, sí permanecen las preciosas vistas.


El recuadro naranja señala el lugar donde se encuentra. La zona es bastante amplia y de pendiente suave. Es muy pedregosa. Más abajo se ve la zona de pasto contigua al bosque y a la izquierda se distingue el frecuentado camino que vuelve a internarse entre los árboles en dirección a la Mallata Alta de Argualas.


Incluso de cerca, lo único que se distingue más o menos bien es el muro de piedra entre los grandes bloques. El resto del cercado está prácticamente sumergido en la vegetación.


Hay que subirse encima de alguna roca para distinguir el conjunto. Entonces aparece con claridad lo poco que queda.

miércoles, 29 de agosto de 2018

LO PEQUEÑO ES HERMOSO

Vieja frase que tomamos al pie de la letra, aquí y ahora, para dos de los "pequeños". Dos barrancos de los que suelen ser "para completar la jornada", de "interés local" o figurar con la "sonrisa torcida" en las valoración final. Aunque de vez en cuando se les reconozca alguna curiosidad, las escalas de valor bien establecidas entre cualquier barranquista confirmado relegan lapidariamente a este tipo de cañoncitos.
Quizá la cuestión sea precisamente esa. Las explicaciones que pueden revelar lo interesante tienen difícil cabida en un sistema que se basa en escalas forzosamente sintéticas (números, letras, caritas, iconos diversos), en ver mucho y leer poco. Lo pragmático y deportivo se comen la explicación. Imposible transmitir así el detalle.

Y así resulta que lo encontrado a menudo supera con creces lo esperado.
Por supuesto no se trata de Olhadubies ni Mascunes. No hacen ninguna falta para enaltecer a los pequeñitos. ¿Qué sentido tiene medir con regla el espesor de una hoja?

SHARRUMBAUT DE LABRÉNÈRE (Lescun)
Una miniatura, o casi. Fácil de comprobar en foto aérea:

Aparece señalado en rojo (punto y línea).
(Fuente: aplicación Maps de iPad)

Por completo escondido en el bosque, solo se ve si entramos en la masa forestal:

Zona de entrada. Localzación de los estrechos. Salida.

De pequeñas proporciones pero perfectamente configurado y buena continuidad.

GAVE DE BIOUS (Gabas)
En esta ocasión, por el contrario, el descenso se alarga algo más y lo estrecho se queda en menos, concentrado solo en algunas cascadas. Pero qué bonita roca y qué rincones, como un jardín japonés.