Así se podría indicar la situación de muchas de ellas. Y sirve perfectamente para la que nos ocupa ahora.
Protegida fuera del pedregal, al pie de los escarpes. Rodeada de las sempiternas ortigas que denotan un terreno antiguamente abonado (y que todavía se comprueba aquí).
No lejos del camino (muy frecuentado) que sube al Garmo Negro y las Argualas. Muy cerca de la senda que lleva a los preciosos ibones de Ordicuso (o de las Ranas, según otros).
Se trata de un viejo cierre de piedra seca para recoger al ganado. Otro más de los situados en altitud, de los que nadie da referencia ni mención; ¿vivirá todavía alguien que sepa dar razón de éste?
Se encuentra algo más arriba de lo que suele llamarse Mallata Baja de las Argualas. ¿Tendrá relación con ello este pequeño corral?
Situación: izquierda (punto naranja), derecha (flecha naranja)
(Fuente mapa: Editorial Alpina, serie Alpina 25, Valle de Tena, edición 2016)
(Fuente ortofoto: aplicación Maps de iPad)
(Fuente ortofoto: aplicación Maps de iPad)
Aunque casi borrada su existencia, sí permanecen las preciosas vistas.
El recuadro naranja señala el lugar donde se encuentra. La zona es bastante amplia y de pendiente suave. Es muy pedregosa. Más abajo se ve la zona de pasto contigua al bosque y a la izquierda se distingue el frecuentado camino que vuelve a internarse entre los árboles en dirección a la Mallata Alta de Argualas.
Incluso de cerca, lo único que se distingue más o menos bien es el muro de piedra entre los grandes bloques. El resto del cercado está prácticamente sumergido en la vegetación.
Hay que subirse encima de alguna roca para distinguir el conjunto. Entonces aparece con claridad lo poco que queda.
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