El sábado 25 de marzo de hace 25 años.
Fernando Biarge, Hugo Biarge, Ramón Bitrián, Carlos Puyal, Alfredo Serreta y Enrique Salamero.
Pues sí, lo bajamos entero, de arriba abajo. Fue nuestro segundo primer descenso después de Chimiachas (ver aquí) y no nos lo pensamos mucho. Como su cabecera se encuentra justo por donde pasa la pista del Mesón de Sebil, pues ala, ya estaba todo claro. Si, si..., la sierra no perdona y pronto recibió con los brazos abiertos a estos incautos aperturistas. Aunque, más bien, habría que decir con los brazos bien cerrados, cerrados de vegetación, claro.
La apertura del Pallas supuso una buena lección. A saber, 1º los barrancos no se bajan de cabecera a final así como así, salvo que te interesen aspectos naturalísticos sin restricción alguna, y 2º, y como consecuencia, hay que estudiar. Y, dicho sea, esto de estudiar nos ha dado muchas satisfacciones al ir encontrando mucho más que un simple descenso deportivo.
También descubrí, muchos años después, que este barranco tiene dos nombres. Barranco Pallas se reserva al tramo superior, al pinchudo, el que muere en el camino. De la senda hacia abajo, hasta su desembocadura en el Balcez, pasa a llamarse Barranco Corral Nuevo (por su proximidad a este bonito recinto para ganado en la esplanada que lo separa del Barranco as Brujas o Cautiecho), aunque también lo denominaban Barranco Escuro, quizá por lo estrecho de su final o por lo denso de la vegetación de sus laterales.
Recuerdo rapelar una bóveda y caer en una maraña de árboles, a Carlos completamente a rastras y desbrozando un tupido zarzal. También recuerdo llegar a la senda y decir "pues sí, el camino resulta que está limpio y hasta aquí esto es un asco". En fin, mientras aquello llegaba a su fin la cosa iba mejorando notoriamente y se estrechaba como a todos nos gusta. La sorpresa resultó ser la ausencia de rápeles en este tramo final, lo destrepamos todo y, solo al acabar y por poco, improvisamos uno para no tener una mala caida.
Los Estrechos del Balcez los bajamos a toda prisa y en Alquézar nos reimos todo lo que quisimos tomando algo caliente.
Recuerdo rapelar una bóveda y caer en una maraña de árboles, a Carlos completamente a rastras y desbrozando un tupido zarzal. También recuerdo llegar a la senda y decir "pues sí, el camino resulta que está limpio y hasta aquí esto es un asco". En fin, mientras aquello llegaba a su fin la cosa iba mejorando notoriamente y se estrechaba como a todos nos gusta. La sorpresa resultó ser la ausencia de rápeles en este tramo final, lo destrepamos todo y, solo al acabar y por poco, improvisamos uno para no tener una mala caida.
Los Estrechos del Balcez los bajamos a toda prisa y en Alquézar nos reimos todo lo que quisimos tomando algo caliente.
Línea rosa: Barranco Pallas. Línea roja: Barranco Corral Nuevo/Barranco Escuro.
(Mapa IGN, serie MTN50. Hoja 249-Alquézar)
Línea azul: os Estrechos (de Balcez). Flecha violeta: ermita de Virgen de Biña. Flecha amarilla: camino. Línea rosa: Barranco Corral Nuevo/Barranco Escuro. Flecha roja: Barranco Pallas.
Fuente ortofoto: Gobierno de Aragón, SITAR (Sistema de Información Territorial de Aragón)
Tiré las notas de campo y no hice ninguna reseña del tramo superior, no pensábamos enviar a nadie allí arriba. Recuerdo un rápel de unos 20-25 metros. En el libro que preparábamos nos referimos a toda esta parte de una manera breve y clara: "No intentar el barranco por encima de la senda. Muy vestido, feo y altamente punzante".
Sí dibujé un croquis de la parte inferior, aunque nunca lo publiqué en ninguna de las dos guías que he escrito. Es este:
No tengo ninguna foto del barranco, y eso que he vuelto alguna que otra vez (al tramo inferior, por supuesto).