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jueves, 6 de febrero de 2025

A TRAVÉS DEL BOSQUE DE PIEDRA (2). La Canal Estreta

Hace unos años cruzamos este formidable bosque de agujas a través de la Canal de las Peonías (ver aquí). Por aquel entonces David Tomàs nos pasó información de otra maravilla que él y sus amigos habían bajado también por la misma zona. Se trataba de la Canal Estreta, que entre ellos llamaban "Canal de la Leoparda". No nos cabe sino admiración ante tan preciosos lugares que ellos exploraron.
Desde ese momento hemos pensado montañas de veces en ir en busca de esa Canal Estreta. Hace unos días, 9 años después, nos decidimos.

LA CANAL ESTRETA HASTA EL DÍA DE HOY
Solo sabemos de ella gracias a la amabilidad de David. Él nos envió una ficha detallada y un croquis de la misma. Y es por esto que sabemos de ella ya que no circula ninguna información. No aparece en ninguna de las guías publicadas y por internet solo figura formando parte de un corto video sobre la zona. No deja de ser algo sorprendente.
Con esta entrada del blog vamos a romper una lanza en favor de esta preciosa canal. Si en su momento David nos la mostró, devolvemos ahora nosotros el favor para todos aquellos que estimen estos lugares y este tipo de recorridos.

DÓNDE SE ENCUENTRA
La Canal Estreta se cuela entre el bosque de piedra de les Gubies del Parrissal, esquivando agujas y monolitos, para desembocar exactamente al inicio de l'Estret por su margen derecha, lugar angosto y muy encajonado. Precisamente en el otro extremo de l'Estret desemboca el Barranc de Palanques, también en la misma margen del río Matarranya y por tanto paralelos.
El último rápel se encuentra en frente mismo de la llegada del Pas del Romeret, lugar que parece una canal más rodeada de agujas y que en nada deja adivinar la canal-barranco que hay detrás.

Panorámica tomada desde el camino que une la cabecera de la Canal d'Ase con la de la Canal de las Peonías.
El rectángulo blanco sitúa l'Estret, la doble flecha rosa señala el Barranc de Palanques y la doble flecha roja la Canal Estreta.

El rectángulo blanco sitúa l'Estret, la doble flecha naranja señala la Canal d'Ase, la doble flecha rosa el Barranc de Palanques y la doble flecha roja la Canal Estreta.
(Fuente: IGN, comparador PNOA)

El rectángulo blanco sitúa l'Estret, la doble flecha rosa señala el Barranc de Palanques y la doble flecha roja la Canal Estreta.
(Fuente ortofoto: aplicación Mapas de Apple, versión 3.0)

El recuadro rojo muestra el sector central de la Canal Estreta. Ciertamente pasa bien disimulada entre los pináculos rocosos.
La imagen está tomada desde las canales que conectan este tramo aguas arriba de l'Estret con la cabecera de la Canal de l'Ase (ver aquí).

Esta fotografía anterior ilustra muy bien el comentario de la ficha original de David Tomàs:
"Todo el mundo había pasado bajo su último rápel sin darse cuenta por dónde caminaba."

LA APROXIMACIÓN
Solo llegar ya lo merece todo. Primero se recorre buena parte del Pas del Romeret y luego se coge el pujador de les Moletes d'Arany. Es decir, tras infiltrarnos por el bosque de piedra luego nos elevamos hasta sobrevolarlo. Qué paisaje...

Atravesando la primera parte del Pas del Romeret. La Canal d'Ase en frente y a la derecha el delgado monolito del Fus.
Subiendo por el pujador de les Moletes d'Arany.
Según se asciende se empieza a divisar la Canal Estreta (doble flecha roja).
A izquierda y derecha se distingue el cauce del ríu Matarranya, escondido entre ambos se encuentra l'Estret.

LA CANAL
La Canal Estreta solo lo es a partir del lugar donde se inicia su descenso, aguas arriba es una suave vallonada que baja del bosque. Pero a partir del momento en que entra en contacto con el sustrato rocoso del cañón su suerte cambia y empieza su discurrir progresivamente angosto y laberíntico.
Veamos su perfil:


El cauce en seguida comienza a saltar los escarpes del terreno y va adaptándose intermitentemente a la morfología del sector, girando y estrechándose, hundiéndose progresivamente.


Izquierda: el estrecho del 5º rápel. Derecha: el 6º rápel se abre a un breve cañoncito.

Hacia la mitad del recorrido aparece un bonito y estrecho encajonamiento:

Inicio del desfiladero estrecho.

Interior del pasillo con su bloque empotrado.

La salida se realiza mediante un rápel desde un espectacular acebo con porte de árbol (se ve bien en la foto central). Se desemboca así en un pasillo subexcavado especialmente estrecho:


El rápel de entrada (foto izquierda) y el de salida (fotos central y derecha).

El pequeño circo donde desemboca y gira aparece con grandes bloques caídos, un lugar recogido que se abre al rápel más alto del descenso y da comienzo a la parte agargantada de mayor envergadura y profundidad de la Canal Estreta:


El rápel de casi 40 m, un buen embudo con grandes bloques en su base.

Desde su base el cauce vuelve a girar y se cuela de nuevo por otro estrecho de bloques:



Este desemboca en una sala espectacular, la garganta más imponente del recorrido:


Al asomarse vemos, justo a la derecha y paralelo, un canalón pulido que también llega a este lugar:

Visto desde abajo se ven ambas llegadas, la Canal Estreta y el final del canalón contiguo.

El final es un cañón profundo que, tras un último rápel, desemboca exactamente donde se incia l'Estret. Un precioso lugar... cuya identidad se ha desfigurado:

La confluencia tal y como era antes.
A la izquierda el riu Matarranya se introduce en l'Estret, por la derecha llega escombrada de bloques la Canal Estreta (los puntos azules se introducen en ella para alcanzar el inicio, aguas arriba, del Pas del Romeret).
El mismo lugar en la actualidad. ¿Sobran palabras?



CANAL O BARRANCO
En un mapa no puede deducirse con seguridad la entidad de canales como esta. En un macizo como els Ports, como morfología tan laberíntica, todavía menos. La  Canal Estreta es, valga la expresión, un barranco intermitente. Y lo es por su régimen (tan irregular) y por su grado de erosión (irregular también, pero presente a menudo). Su lecho está limpio y eso prueba su entidad como barranco.


La desigual presencia del agua se muestra en estas imágenes. Se trata de una marmita en toda regla pero en una de ellas, del año 2014, se ve con agua y no así (¿colmatada?) en la otra de 2025.
(Fuente imagen izquierda: captura del vídeo mencionado más abajo, ver aquí)

Esta, de febrero de 2025, es otra prueba de su funcionamiento como barranco, con el cauce desmantelado y los arbustos de boj arrancados por la fuerza del agua. Se trata de la garganta final, pocos metros antes del último rápel.

No es de extrañar que en un macizo con el dels Ports existan este tipo de "canales". Es una maravillosa peculiaridad.

LEOPARDA vs ACEBOS
Cuesta de creer que lugares con morfología bien hecha, por muy escondidos que estén, carezcan de nombre (quizá algunos, pero no todos). Las antiguas generaciones transitaban el monte casi por cualquier sitio y de alguna manera harían referencia a ellos. De hecho, en medio de la Canal Estreta hemos visto ramas de boj limpiamente cortadas...
David Tomàs y sus amigos ya decidieron el nombre de Peonías para aquella otra canal con tantas flores en su cabecera. Pero ¿y lo de "Leoparda"? Vaya un misterio. Emulando a aquella otra cabría nombrar esta como "de los acebos" ya que no son pocos los que se encuentran en su descenso y algunos de considerable envergadura.
¿Queda alguna persona mayor que sepa de todos estos lugares y sus nombres?

VISITAS
La Canal Estreta fue descendida por primera vez por Josep Itarte, Kiko y David Tomás, el 10 de julio de 2011. Dentro de unos meses hará 14 años. Ya lo hemos dicho al principio, no hay manera de saber de la existencia de esta canal, solo aparece formando parte de un vídeo (verlo aquí). ¿Quien sabrá de ella? ¿Cuántas veces habrá sido descendida?
Nosotros encontramos las instalaciones en buen estado y de los cordinos solo hubo que cambiar dos.
Fuimos 4 amigos que nos teníamos prometida esta canal hace tiempo: Alberto García, Paula Gasulla (oriunda de Beseit y que se estrenaba en esto de los barrancos con uno de "su casa"), Anabel Moreno y Enrique Salamero, el pasado 2 de febrero de 2025.




jueves, 3 de octubre de 2024

CASI 35 AÑOS

Tras la fallida apertura del barranco Lapazosa, al día siguiente del, esa vez sí, éxito con el Salto del Carpín (ver todo ello aquí), nunca más hemos vuelto a estar juntos en el valle de Bujaruelo. Nunca más hasta el pasado 29 de septiembre. Es decir, faltaban 14 días para que se cumplieran 35 años.

Esta vez veníamos de una sencilla excursión. Buen día, buena vista, mucha agua en los barrancos. De vuelta, poco antes de llegar al puente que cruza el Ara, no pudimos resistir la tentación. Cogimos el bonito camino que bordea el río y nos acercamos hasta el lugar donde baja la torrentera del barranco Cebollar. Subimos unos pocos metros y en seguida los árboles dejan ver el acantilado con la caida del Salto del Carpín. Al instante identificamos la piedra, la misma piedra donde nos pusimos hace 35 años para que Fernando nos hiciera la foto de recuerdo. Claro está, la volvimos a repetir.

Esta es la foto que nos hizo Fernando Biarge a los pocos minutos de haber bajado el Salto del Carpín. Era la primera vez, el 13 de octubre de 1989.
Y esta la del pasado 29 de septiembre de 2024. Esta vez nos la hizo Anabel Moreno.

Ninguno de los dos hemos vuelto nunca a efectuar su descenso, pero con mucha ilusión nos hemos vuelto a hacer la misma fotografía.


(Fuente ortofoto: aplicación Mapas de Apple, versión 3.0)
(Fuente ortofoto: aplicación Mapas de Apple, versión 3.0)




martes, 23 de julio de 2024

LA TOBA. Barranquistas y forestales

Prácticamente en frente de Badaín, descender el Barranco de la Toba es una simpática excursión con final barranquista. Su recorrido es muy discontinuo, pero el cauce está limpio y es amable de transitar. Justo a su final, durante unos pocos metros, se convierte en un barranco "de verdad", de los que nos gustan.

En el recuadro rojo situamos el barranco, su aproximación y retorno.
(Fuente mapa: https://www.ign.es/iberpix/visor/)

Y en ortofoto, incluyendo también los sectores del barranco:

En naranja se señala la aproximación, en rojo las partes más características del barranco.
(Fuente: aplicación Mapas de Apple, versión 3.0)

La aproximación utiliza el sendero balizado PR-HU 138, un antiguo camino en dirección a la población de Ceresa. A día de hoy la señalización se conserva bien. La primera parte, que atraviesa pista y el cortafuegos del tendido eléctrico, la precisamos en la siguiente ortofoto:

(Fuente: aplicación Mapas de Apple, versión 3.0)

Es una bonita senda, bien conservada, que no tarda en llanear y seguir un cordal con vistas hacia Castillomayor, Monte Perdido y Peña Montañesa también:


El descenso, salvo en su estricto final, no va encajado entre paredes en ningún momento, la masa forestal llega por ambas orillas constantemente. Sin embargo, debe mantener con frecuencia algo de caudal y las avenidas parecen tener incidencia ya que el cauce está limpio de vegetación y se recorre cómodamente. Secciones de glera (que con frecuencia filtran el escaso caudal) alternan con buenos tramos de losas y rampas.
En tres ocasiones se rompe, puntualmente eso sí, el discurrir plano del cauce:

El primero salta un escarpe desde una bonita balconada y cae a un amplio circo arrampado:

Anabel y Ramón en la cabecera (primer rápel, R1 en la ortofoto).

El segundo se escalona en un simpático (y corto) tramo excavado en roca viva:


Algunos de los cortos resaltes a rapelar a poca distancia de las dos rampas indicadas en la ortofoto.    

El tercero y último es lo mejor del barranco. El cauce efectúa un brusco giro a la izquierda, atrapado por una falla estrecha que corta el afloramiento rocoso. Sale asi al valle del río Irués por un pequeño circo agargantado, el cauce obstruido por un breve caos seguido de un diminuto pasillo:

Tras una bonita llegada rocosa el barranco cae en el interior de la falla, justo detrás de Ramón.

La falla vista desde arriba (izquierda) y mirando desde abajo (derecha, foto: R. Bitrián).


Una vez dentro de la falla la continuación deviene cada vez más estrecha.

El rápel de salida se efectúa por la misma grieta de la falla, una goulotte bastante estrecha en su primera parte (foto izquierda: R. Bitrián).

Visto desde la base se observa bien la falla y lo estrecho del inicio del rápel (foto izquierda: R. Bitrián).


Tras el rápel de la falla sucede un pequeño caos, muestra del disloque rocoso que la falla originó en su momento.

El pasillito final.

Entre medio de todo ello, ya lo hemos dicho, el cauce es mayoritariamente una glera de piedras. Pero de vez en cuando va asomando la roca viva, formando losas, rampas, pequeñas pozas:

Este es el breve tramo excavado aguas abajo del circo que alberga el primer rápel. Justo en su izquierda aparece inesperadamente un muro de piedra...

UN ATISBO DEL PASADO Y SU ACTUALIDAD
Todo este barranco ha sido sin duda conocido desde antiguo dada la facilidad de acceso al cauce. Por lo que respecta a su primer descenso deportivo, afrontando todos sus resaltes y la vertical garganta final, este tuvo lugar en agosto de 1996 a cargo de P. Gimat, Y. Cuef y tres personas más.
Sin referencias en internet, solo ha sido publicado en dos ocasiones:

A la izquierda el taquigráfico mapa de Gimat, editado en 1999 (curiosamente la foto corresponde al rápel más notorio del Barranco de la Toba). A la derecha la guía aparecida hace unas pocas semanas.

Sin embargo, antes de ese descenso de 1996 existió un notorio pasado forestal del que quedan algunos vestigios incluso en el fondo mismo del barranco. Ya hemos visto en la foto del tramo rocoso excavado el muro de piedra que sustentaba una de las diversas pistas forestales que llegaban y cruzaban el cauce. Las dos mencionadas rampas rocosas también eran sorteadas por una trocha lateral. Todas ellas se encuentran hoy en día desmoronadas por la erosión e invadidas por el pinar.

Prácticamente en la cabecera de la garganta final se observa en la margen izquierda (recuadro rojo) el terraplén de la antigua pista forestal que hasta aquí llegaba.

Esta pista de la foto anterior puede observarse en fotos antiguas:

El círculo rojo sitúa la garganta final y la flecha roja la pista que a ella conduce. El abandono y el crecimiento de la vegetación la han ocultado, al igual que muchas otras por aquí.
(Foto izquierda: Vuelo americano de 1956-1957. https://fototeca.cnig.es/fototeca/)
(Foto derecha: aplicación Mapas de Apple, versión 3.0)

Restos de lo trabajado en la cabecera de esta garganta pueden verse y rastrearse dentro de ella:

Izquierda: tronco cortado caído en la base del rápel de entrada (foto R. Bitrian).
Derecha: Justo debajo del bloque donde está instalado el rápel de la goulotte hay otros dos troncos, estos muy pulidos por el agua. Debieron de llegar por el hueco interior que ahora está casi colmatado del todo. En la salida de ese mismo bloque hay un amasijo de cables de hierro, posiblemente lo que queda del arrastre de los troncos. Ejemplo todo ello de que este barranco presenta alguna que otra avenida importante.

No son los únicos vestigios de ese pasado que encontraremos, por ejemplo:

Izquierda: pequeño vehículo de ¿arrastre de madera? a su vez arrastrado y retorcido por las caídas y las crecidas.
Derecha: anclaje artesanal de hierro completamente calcificado.

Esa curiosa (y pesada) clavija viene al caso para advertir de la conveniencia de llevar material de reposición. Las instalaciones en árboles y arbustos constan de cordinos muy envejecidos. Por lo que respecta al resto los spits del final están completamente oxidados (y sin retirar) y los parabolts que de vez en cuando aparecen suelen estar muy separados entre ellos, incluso en planos distintos de soporte (acusada angulación), a veces sin maillón, algunos sin plaqueta, a escasos centímetros de bordes angulosos...

Instalación del rápel de la goulotte final. Dos spits antiguos y completamente oxidados, cuerdas en mal estado, parabolt por encima del resto de anclajes, maillón de rápel en el spit inferior (suerte de otro maillón, más pequeño, en el propio parabolt).

Acabaremos con la reseña, actualizada:


Y quienes aquí estuvimos ese día:


Ramón Bitrián, Anabel Moreno y Enrique Salamero