Volvemos al bosque de piedra. Si en la entrada anterior fuimos a su alrededor (ver aquí), esta vez lo cruzaremos de través.
En esta que nos ocupa los primeros afortunados fueron David Tomàs y Jordi Castell el 16 de mayo de 2010. Ellos efectuaron entonces el primer descenso de lo que llamaron "Canal de les Peònies", maravillosa manera de colarse por el acantilado y caer al interior de un cañón de formas tan preciosas.
Uno, que ya sabe de que van estas cosas, se imagina fácilmente la cara de satisfacción que tendrían David y Jordi bajando por aquí. Pero, no solo eso, sino habiendo subido además por tan estupenda canal como la de l'Ase y atravesando luego por una faja arbolada con tan fenomenales vistas. Nosotros salimos realmente encantados.
VISTA GENERAL DEL RECORRIDO
Veamos primero el recorrido completo.
Tras haber remontado por un profundo cañón, treparemos una angosta canal para atravesar a continuación hacia una amplia vallonada que, según va alcanzando de nuevo el cañón, se estrecha y zigzaguea entre estratos y agujas para descolgarse así hacia el interior.
EL CROQUIS DE LA CANAL
Es muy escasa la información existente sobre la Canal de les Peònies. Aparte de algún vídeo y unas cuantas fotografías vistas en internet, disponíamos de la ficha con croquis realizada por los aperturistas. Existe también otra ficha con su topo en la página web de Latrencaneus (ver aquí).
Nosotros realizamos el croquis que sigue:
EL ACCESO
Ya lo hemos indicado. Justo al acabar la Canal de l'Ase topamos con un senderito que la cruza y que hay que seguir hacia la derecha. Se distingue bien poniendo un poco de atención. Regularmente van apareciendo puntos rojos que confirman el itinerario. Se mantiene más o menos a nivel.
Y menudas vistas.
LA CANAL DE LES PEÒNIES. Antes del acantilado
El sendero de aproximación lleva directamente al inicio: un circo rocoso pequeñito pero muy característico en medio del bosque. Precisamente este lugar de comienzo no lo teníamos claro, solo sabíamos las coordenadas GPS (y no tenemos GPS), así que damos las gracias a David Tomàs que, tan amablemente, nos sacó de dudas.
Al principio se van juntando diversos cauces sin que parezca demasiado evidente cual es el principal. Pero todos se resuelven y confluyen poco a poco.
Toda esta primera parte discurre bajo bosque cruzando de tanto en tanto entre estratos y franjas rocosas. En ningún momento molesta la vegetación dificultando el paso.
LA CANAL DE LES PEÒNIES. Por entre el acantilado
Es un tramo breve pero en el más genuino estilo de la zona. El cauce se las ingenia para infiltrarse muy encajonado entre altos estratos y barras rocosas. Efectúa además una caída escalonada en dos veces, la primera bien excavada en una especie de tubo y la segunda directamente en el acantilado (ambas dan sensación de más altura de la que tienen).
LA CANAL DE LES PEÒNIES. El caos final
Tras caer hasta el pie del acantilado y sin solución de continuidad, el cauce desaparece bajo un monumental caos de grandes rocas muy en pendiente. Fenomenal.
Que buen final para semejante descenso.
FINAL
Los pocos metros que quedan hasta el cauce del Matarranya son tan discretos que casi nada delata lo recorrido. De hecho, ni se llega a ver. Una pequeña surgencia alimenta este corto tramo y puede dar alguna pista a quien se haga preguntas (y previamente se haya acercado a esta orilla, claro).
CANAL O BARRANCO
Buena pregunta.
A priori un barranco tendrá una erosión hidráulica superior al de una canal, pero ¿dónde se establece el límite?
En la "Canal" de les Peònies ciertamente existe un cauce y delata su historia acuática solo en las barreras rocosas y en algunos lugares de acumulación de cantos rodados. Pero ahí están. Seguramente esa historia será muy antigua o el régimen hidráulico muy esporádico.
La pregunta de "canal o barranco" nos lleva a la siguiente cuestión.
¿CANAL? ¿DE LES PEÒNIES?
Esa cuestión se reduce al planteamiento toponímico.
Se nos hace muy raro pensar que una cuenca de esta entidad y con un cauce (aunque escondido) presente, no tenga una denominación tradicional.
Los aperturistas dicen textualmente en su ficha:
Claro, también podemos estar completamente equivocados.
En esta que nos ocupa los primeros afortunados fueron David Tomàs y Jordi Castell el 16 de mayo de 2010. Ellos efectuaron entonces el primer descenso de lo que llamaron "Canal de les Peònies", maravillosa manera de colarse por el acantilado y caer al interior de un cañón de formas tan preciosas.
Uno, que ya sabe de que van estas cosas, se imagina fácilmente la cara de satisfacción que tendrían David y Jordi bajando por aquí. Pero, no solo eso, sino habiendo subido además por tan estupenda canal como la de l'Ase y atravesando luego por una faja arbolada con tan fenomenales vistas. Nosotros salimos realmente encantados.
Hay dos proas rocosas durante la aproximación que tiene una vista especialmente buena. Esta es la segunda.
VISTA GENERAL DEL RECORRIDO
Veamos primero el recorrido completo.
Tras haber remontado por un profundo cañón, treparemos una angosta canal para atravesar a continuación hacia una amplia vallonada que, según va alcanzando de nuevo el cañón, se estrecha y zigzaguea entre estratos y agujas para descolgarse así hacia el interior.
Así se divisa desde la senda que baja de las Moletas d'Arany.
De izquierda a derecha avanza el corte profundo del ríu Matarranya (la flecha azul señala l'Estret o Gúbies del Parrissal). La línea naranja remonta por la Canal de l'Ase, la flecha rosa indica el itinerario que atraviesa hacia la Canal de les Peònies (cuyo cauce a descender aparece marcado por la flecha roja).
Fuente de las imágenes. Izquierda: aplicación Mapas de iPad. Derecha: mapa IGN 1:25000, hoja 521-I Beceite.
Naranja: Canal de l'Ase y travesía posterior (trazado solo indicativo y sin precisión altimétrica). Rojo: Canal de les Peònies. Azul claro: l'Estret (Gúbies del Parrissal). Azul oscuro: Barranc de les Palanques. Rosa: grandes bloques muy característicos.
Desde el Pas del Romeret se alcanza a ver como abandonamos y volvemos a alcanzar el cañón del Matarranya.
Flecha naranja: ascenso por la Canal de l'Ase. Flecha roja: lugar por donde desemboca la Canal de les Peònies. Flecha azul: l'Estret. Doble flecha rosa: inicio de la senda transversal.
EL CROQUIS DE LA CANAL
Es muy escasa la información existente sobre la Canal de les Peònies. Aparte de algún vídeo y unas cuantas fotografías vistas en internet, disponíamos de la ficha con croquis realizada por los aperturistas. Existe también otra ficha con su topo en la página web de Latrencaneus (ver aquí).
Nosotros realizamos el croquis que sigue:
EL ACCESO
Ya lo hemos indicado. Justo al acabar la Canal de l'Ase topamos con un senderito que la cruza y que hay que seguir hacia la derecha. Se distingue bien poniendo un poco de atención. Regularmente van apareciendo puntos rojos que confirman el itinerario. Se mantiene más o menos a nivel.
Y menudas vistas.
A poco de iniciar la senda se pasa junto a un primer promontorio con esta panorámica.
Punto azul: Barranc de les Palanques. Doble flecha roja: l'Estret (Gúbies del Parrissal). Doble flecha rosa: Canal de l'Ase.
LA CANAL DE LES PEÒNIES. Antes del acantilado
El sendero de aproximación lleva directamente al inicio: un circo rocoso pequeñito pero muy característico en medio del bosque. Precisamente este lugar de comienzo no lo teníamos claro, solo sabíamos las coordenadas GPS (y no tenemos GPS), así que damos las gracias a David Tomàs que, tan amablemente, nos sacó de dudas.
Al principio se van juntando diversos cauces sin que parezca demasiado evidente cual es el principal. Pero todos se resuelven y confluyen poco a poco.
De izquierda a derecha: el canalón del tercer rápel y dos imágenes del pasillo hundido estrecho.
Toda esta primera parte discurre bajo bosque cruzando de tanto en tanto entre estratos y franjas rocosas. En ningún momento molesta la vegetación dificultando el paso.
LA CANAL DE LES PEÒNIES. Por entre el acantilado
Es un tramo breve pero en el más genuino estilo de la zona. El cauce se las ingenia para infiltrarse muy encajonado entre altos estratos y barras rocosas. Efectúa además una caída escalonada en dos veces, la primera bien excavada en una especie de tubo y la segunda directamente en el acantilado (ambas dan sensación de más altura de la que tienen).
De esta manera se cuela la canal para caer al Matarranya. Es una llegada secreta y escondida. Aún sabiendo donde se encuentra no se advierte el barranco desde el fondo del cañón.
Este es el "callejón", con el apilamiento de grandes bloques y las muy altas y regulares paredes laterales.
El callejón acaba cayéndose por el acantilado. Un umbral bien definido da paso a una especie de tubo vertical.
Pocos metros después una balconada de vista amplia y maravillosa se desploma literalmente a pico.
Iniciar el rápel tiene su punto de emoción.
En las fotos izquierda y central se ven los enormes bloques rocosos, tan característicos, por los que pasa el camino del Parrissal
En las fotos izquierda y central se ven los enormes bloques rocosos, tan característicos, por los que pasa el camino del Parrissal
LA CANAL DE LES PEÒNIES. El caos final
Tras caer hasta el pie del acantilado y sin solución de continuidad, el cauce desaparece bajo un monumental caos de grandes rocas muy en pendiente. Fenomenal.
El gran caos se encuentra en la misma base del acantilado y en la imagen queda oculto por la masa de pinos.
Que buen final para semejante descenso.
Tres lugares del caos. A la izquierda y a la derecha se ven los agujeros por los que se rapela.
Izquierda: por entre las rocas vimos a otro grupo descender el aèreo rápel de salida.
Derecha: bajo el bonito bloque-cuña.
FINAL
Los pocos metros que quedan hasta el cauce del Matarranya son tan discretos que casi nada delata lo recorrido. De hecho, ni se llega a ver. Una pequeña surgencia alimenta este corto tramo y puede dar alguna pista a quien se haga preguntas (y previamente se haya acercado a esta orilla, claro).
Izquierda: la última rampa a descender; a continuación solo quedan unos pocos bloques bajo los árboles.
Derecha: esta es la vista que se tiene desde el frecuentado camino del Parrissal. Escondido entre los pinos llegan los últimos metros de la Canal de les Peònies. La flecha roja indica la escotadura por la que se descuelga y el punto rojo señala el acantilado bajo el que se inicia el caos.
CANAL O BARRANCO
Buena pregunta.
A priori un barranco tendrá una erosión hidráulica superior al de una canal, pero ¿dónde se establece el límite?
En la "Canal" de les Peònies ciertamente existe un cauce y delata su historia acuática solo en las barreras rocosas y en algunos lugares de acumulación de cantos rodados. Pero ahí están. Seguramente esa historia será muy antigua o el régimen hidráulico muy esporádico.
Izquierda: durante el trayecto van apareciendo marmitas y piedras, no siempre muy erosionadas.
Derecha: quienes sí están bien pulidos son los bolos que se extienden por la base del rápel del tubo.
La pregunta de "canal o barranco" nos lleva a la siguiente cuestión.
¿CANAL? ¿DE LES PEÒNIES?
Esa cuestión se reduce al planteamiento toponímico.
Se nos hace muy raro pensar que una cuenca de esta entidad y con un cauce (aunque escondido) presente, no tenga una denominación tradicional.
Los aperturistas dicen textualmente en su ficha:
"El nombre viene dado de la gran cantidad de estas bellas flores que hay en las pendientes de cabecera durante la primavera"No sabemos, aunque nos extrañaría, si esta flor recibe por aquí este nombre. Y, planteada esta duda, sospechamos que si efectivamente existe un topónimo antiguo, probablemente no sea este.
Claro, también podemos estar completamente equivocados.
Gracias por compartir vuestra experiencia,
ResponderEliminarsi no tienes inconveniente lo incluimos en la reseña del barranco en la web (Infobarrancos.es)
El Parrizal de Beceite - Canal de las Peonias