lunes, 28 de octubre de 2024

PASTORES (IN)VISIBLES EN IGÜER

Tan recorrido como es el valle de Igüer y, una vez más, no hay mención alguna a su antuguo pasado pastoril. Y eso que al menos uno de sus restos es bien visible y llamativo. Vamos a ver este y dos más, estos aunque evidentes mucho más discretos.

Esta es la cabecera del río Estarrún. A la izquierda se extiende el valle de Igüer, en cuya cabecera se encuentran los restos que nos interesan (zona indicada por el recuadro rojo).
Vista aérea de toda la cabecera del río Estarrún con la zona que nos interesa (recuadro rojo).
(Fuente ortofoto: aplicación Mapas de Apple, versión 3.0)

El valle es una extensa planicie de pasto que se ve cortada por un escarpe rocoso con un visible pliegue. El escalón superior lleva directamente a las cotas altas de esta vertiente.

Este es el fondo de la planicie del valle con el vistoso pliegue. El escalón superior continúa oculto por la niebla.
La flecha roja señala una de las ruinas (la llamaremos Igüer 1), la flecha naranja sitúa un abrigo rocoso cerrado por una vistosa construcción de piedra seca y la flecha rosa señala otro resto parecido al primero (que llamaremos Igüer 2).
Los mismos lugares (mismas flechas) en foto aérea.
(Fuente ortofoto: aplicación Mapas de Apple, versión 3.0)

EL ABRIGO ROCOSO
Cuando se llega al fondo del valle y el camino gira a la derecha para salvar el farallón rocoso, a pocos que nos fijemos, se distingue clarísima una pared de piedra seca al pié del acantilado:

El círculo rojo sitúa el lugar del abrigo rocoso. La flecha roja sitúa el resto que veremos después.

Es la única de sus características en todo el escarpe y aprovecha muy bien un desplome favorable:

El círculo rojo señala la construcción, diminuto por la verticalidad del escarpe pero perfectamente visible.

La blancura de las piedras resalta muy bien en los días lluviosos.

Estas dos fotos y las anteriores muestran que el paso de estos últimos 13 años han sido clementes con la construcción, las piedras parecen prácticamente todas en su sitio. Algo debe ayudar la buena cantería de muchas de esas piedras, de forma tan regular y bien asentada.

El interior es espacioso pero ya no guarda nada:

Muestra, eso sí, la habilidosa colocación de las piedras siguiendo la curva del desplome.

EL RESTO "IGÜER 1"
Se encuentra muy cerca del abrigo anterior, algo mas arriba de su vertical y ya junto al cauce de uno de los riachuelos de esta zona.

Se distingue con claridad desde lo alto de la loma rocosa que lo domina.

Su forma alargada y rectangular induce a pensar que se trata de un muidero, una construcción para el ordeño.

Si echamos un vistazo a las fotos antiguas el muidero se ve bien, pero da la impresión de que ya llevaba tiempo abandonado.
(Fuente ortofotos: IGN, comparador de fotos PNOA)

EL RESTO "IGÜER 2"
Esta vez se encuentra más abajo, también en la margen izquierda y al pié de una pendiente rocosa:


Vuelve a tener la misma forma que el anterior y posiblemente la misma funcionalidad.

Las fotos aéreas parecen decir lo mismo que con el anterior.
(Fuente ortofoto: IGN, comparador fotos PNOA)

¿Cuándo se dejarían de emplear todos ellos? ¿Quienes, qué casas los utilizarían? ¿Desde cuándo? ¿Cómo llamarían a todos estos lugares?
Siempre las mismas preguntas...



jueves, 3 de octubre de 2024

CASI 35 AÑOS

Tras la fallida apertura del barranco Lapazosa, al día siguiente del, esa vez sí, éxito con el Salto del Carpín (ver todo ello aquí), nunca más hemos vuelto a estar juntos en el valle de Bujaruelo. Nunca más hasta el pasado 29 de septiembre. Es decir, faltaban 14 días para que se cumplieran 35 años.

Esta vez veníamos de una sencilla excursión. Buen día, buena vista, mucha agua en los barrancos. De vuelta, poco antes de llegar al puente que cruza el Ara, no pudimos resistir la tentación. Cogimos el bonito camino que bordea el río y nos acercamos hasta el lugar donde baja la torrentera del barranco Cebollar. Subimos unos pocos metros y en seguida los árboles dejan ver el acantilado con la caida del Salto del Carpín. Al instante identificamos la piedra, la misma piedra donde nos pusimos hace 35 años para que Fernando nos hiciera la foto de recuerdo. Claro está, la volvimos a repetir.

Esta es la foto que nos hizo Fernando Biarge a los pocos minutos de haber bajado el Salto del Carpín. Era la primera vez, el 13 de octubre de 1989.
Y esta la del pasado 29 de septiembre de 2024. Esta vez nos la hizo Anabel Moreno.

Ninguno de los dos hemos vuelto nunca a efectuar su descenso, pero con mucha ilusión nos hemos vuelto a hacer la misma fotografía.


(Fuente ortofoto: aplicación Mapas de Apple, versión 3.0)
(Fuente ortofoto: aplicación Mapas de Apple, versión 3.0)