Yendo a buscar alguno de los gatitos que últimamente rastreamos (ver aquí), dimos con algo inesperado. Es lo bueno que tiene este oficio de ser curioso.
No aparecía ningún minino en el Coso Bajo. Estarán muy desdibujados con tanta reforma en los últimos años... Y así, mirando un ladrillo en el edificio contiguo al solar donde estuvo la Casa Vilas:
La flecha roja señala el ladrillo en cuestión.
Es el nº 17 contando desde la base.
Esto es lo que vimos:
En la imagen de la derecha se ha realzado un poco el color negro y se ve mejor.
Se observa que de la letra "a" solo se conserva la parte superior pero, con detenimiento, puede verse que permanece el surco del trazo inferior y del rabito lateral.
La caligrafía denota la época.
En un pequeño intento de averiguar algo no he encontrado nada, ninguna información. Una conocida me decía bromeando que en aquel entonces se escribía mucho.
Vamos pasando siempre por lugares conocidos y rutinarios. Es muy fácil acostumbrarse a no mirar, incluso a mirar sin ver. Y a menudo las pequeñas sorpresas, la historia menuda, pasa al lado nuestro.
¿Cuanto tiempo de vida le quedará a esta fecha de 1936? Las fachadas se remodelan y se restauran. Desaparecerá. Como a los gatitos.
Vamos pasando siempre por lugares conocidos y rutinarios. Es muy fácil acostumbrarse a no mirar, incluso a mirar sin ver. Y a menudo las pequeñas sorpresas, la historia menuda, pasa al lado nuestro.
¿Cuanto tiempo de vida le quedará a esta fecha de 1936? Las fachadas se remodelan y se restauran. Desaparecerá. Como a los gatitos.