Hoy hace 25 años que efectuamos, el 24 de marzo de 1991, el primer descenso de lo que pasamos a denominar, con la lógica de estos casos, Barranco "inferior" de Trasito. Rafa ya había abierto el tramo "superior" seis años antes junto a Jordi Gual y tres amigos más.
Esta vez éramos Rafael Larma, Ramón Bitrián, Mariano Casanova y Enrique Salamero.
No teníamos muchas ganas de retomar la gran vertical del Forcallo con todo el agua que bajaba (volveríamos más adelante, ver aquí). De alguna manera Rafa se acordó del viejo Trasito y su posible continuación.
Viniendo por la carretera el barranco superior es muy evidente, no así el inferior.
Desde la cresta cimera de Castillomayor se ve bien todo el recorrido, incluso se adivina el interés del inferior.
Línea naranja: Barranco superior de Trasito. Línea roja: Barranco inferior de Trasito. Punto azul: Barranco superior de Consusa. Punto rosa: Barranco inferior de Consusa.
En aquella época no solo parecía que todo estaba a nuestro alcance sino que, además, era como si estuvieran allí para nosotros. Era tan sumamente fácil encontrar barrancos sin descender y éramos tan escasos quienes nos ocupábamos de buscarlos que de cualquier manera todo salía bien. Fuera planeado o, como en esta ocasión, improvisado. Teníamos la técnica suficiente y la curiosidad necesaria. Y el azar nos quiso reunir.
Como era de esperar, el barranco estaba sin abrir (era la expresión que utilizábamos), y eso que debe ser el de menos aproximación de la historia: entre 0 y 2 segundos.
Para ser un cauce frecuentemente seco (o casi), tuvimos la suerte de encontrar un bonito caudal (aquellos días de marzo de hace 25 años también fueron lluviosos como estos de hace poco). Por eso, el "salto (6m) -posible rápel sin caudal-" que aparece poco después de R3, lo realizamos tal cual sabiendo que quienes vinieran más tarde tendrían que equiparlo para poderlo bajar.
Este es el croquis (con algunos añadidos) del descenso tal y como apareció en el tomo 2 de Cañones y Barrancos. Como ya lo estábamos ultimando no hice ningún dibujo previo sino que fue directamente a la publicación.
Siempre me ha llamado la atención la buena consideración de este barranco y su aparición en numerosas publicaciones. Es bonito y tiene su gracia (están los pasillitos rocoso y ¿a quien no le gusta la preciosa visera?) pero creo que es su facilidad de acceso la que le ha dado el empujón final.
1995. Patrick Gimat
1997. Conocí a Roger Büdeler en la época que preparaba su libro y juntos bajamos el barranco de Feysonciego (Espuena) el 11 de mayo de ese mismo año.
2002. Edu también lo incluyó en su tocho del Pirineo.
2006. Es la referencia más curiosa de todas. Por un error de edición se atribuye la primera a quienes en la fecha indicada abrían el Consusa inferior (quien sabe, quizá la mecánica cuántica pueda llegar a explicarlo).
Los encuentros barranquistas de 2009 y 2010 también lo recogieron en sus propuestas.
La agenda también me recuerda otras cosas. El encuentro con Santiago Agón (que me había ayudado a buscar algunos nombres de barrancos en Guara y cercanías, ver aquí, aquí y aquí), el pastor que le acompañaba (y que nombraba a los sitios por su verdadero nombre), la bajada alocada por la entonces pista de Escuaín (la de veces que me he acordado) y lo de los barrancos en Teruel que, a día de hoy, parece una ingenuidad...