Yo nunca había oído hablar de o Saldo, una cascada del Barranco Escarra, pero Fernando, que solía pasar temporadas en el Valle de Tena, le tenía el ojo puesto.
Ya habíamos intentado ir dos veces. La primera fue el 2 de diciembre de 1989, pero desistimos a las 7 de la mañana por el mal tiempo (luego quedó un día estupendo...). Seis días después, con todo listo, no me sonó el despertador.
El 22 de marzo de 1990, por fin (tal y como dice la agenda), fuimos y efectuamos el primer descenso del Barranco Escarra. Nos acompañó Fernando Bescós, con quien ya habíamos estado en la primera del Furco (ver aquí).
Dos días después dibujé el croquis:
No he vuelto nunca más, pero guardo buen recuerdo no solo del vistoso Saldo sino también del montón de grandes bloques que hay detrás y que precipitan de forma interesante un recorrido fácil hasta entonces.
Me hace gracia comprobar en la vieja reseña que coloqué 3 pitones, y ningún spit, en el último rápel. Evitábamos taladrar si podíamos.
Con el tiempo y la llegada creciente de turismo, el lugar se ha hecho mucho más popular y un camino señalizado conduce hasta él.
Incluso una foto de Fernando sirvió de cartel publicitario:
Me hace gracia comprobar en la vieja reseña que coloqué 3 pitones, y ningún spit, en el último rápel. Evitábamos taladrar si podíamos.
Con el tiempo y la llegada creciente de turismo, el lugar se ha hecho mucho más popular y un camino señalizado conduce hasta él.
Incluso una foto de Fernando sirvió de cartel publicitario:
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