La ermita románica de San Miguel, en Barluenga, es sobradamente conocida por sus pinturas murales del siglo XIV de estilo gótico lineal (ver la web de A. García Omedes sobre el románico aragonés aquí).
Sin embargo, sus sillares grabados son mucho menos mencionados y de manera muy parcial. Aparecen marcas de canteros, fechas grabadas, cruces, apellidos familiares de poblaciones cercanas... y dos relojes de sol.
La Asociación Amigos de los Relojes de Sol recoge y analiza una gran número de ellos.
La ermita de San Miguel aparece en su registro de la provincia de Huesca, pero curiosamente solo figura uno de los dos (ver aquí, págs 315-316). Es extraño porque ambos son evidentes y prácticamente contiguos. Por otra parte, el publicado presenta un grabado menos erosionado ¿es quizás menos antiguo?
Se encuentran a la derecha de la entrada a la ermita, perfectamente al alcance de la mano. Ambos han perdido su gnomon.
Y todo esto porque el pasado 7 de julio pasamos improvisadamente por aquí. Y porque, improvisadamente también, decidimos volver unos dias después una buena parte de la familia... 44 años después.
Sin embargo, sus sillares grabados son mucho menos mencionados y de manera muy parcial. Aparecen marcas de canteros, fechas grabadas, cruces, apellidos familiares de poblaciones cercanas... y dos relojes de sol.
La Asociación Amigos de los Relojes de Sol recoge y analiza una gran número de ellos.
Para ver los correspondientes a Aragón ver aquí.
La ermita de San Miguel aparece en su registro de la provincia de Huesca, pero curiosamente solo figura uno de los dos (ver aquí, págs 315-316). Es extraño porque ambos son evidentes y prácticamente contiguos. Por otra parte, el publicado presenta un grabado menos erosionado ¿es quizás menos antiguo?
Los dos relojes: por la tarde (izquierda) y por la mañana (derecha).
Reloj de la izquierda, por la tarde y por la mañana.
Reloj de la derecha, el publicado por AARS, por la tarde y por la mañana.
Se encuentran a la derecha de la entrada a la ermita, perfectamente al alcance de la mano. Ambos han perdido su gnomon.
Los puntos rojos señalan su situación.
Y todo esto porque el pasado 7 de julio pasamos improvisadamente por aquí. Y porque, improvisadamente también, decidimos volver unos dias después una buena parte de la familia... 44 años después.
A principios de 1975 y el 14 de julio de 2019
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