lunes, 24 de agosto de 2015

PICOS DE EUROPA. De rebecos, cabras y ovejas

Como no iba a haber entre tanta piedra.
Cabras y rebecos los esperábamos. Ovejas no tanto, pero menos donde las vimos.


Este es el "murallón" familiar de todos los dias, en su zona más imponente, la de Peña Olvidada.
El recuadro rojo derecho indica una sucesión de viras y cornisas por donde vimos trepar y moverse lo que creemos rebecos.
El recuadro rojo izquierdo señala las ovejas.


Estas son las ovejas mencionadas. Al pie del paredón, junto a un resquicio de verde menos atrayente que el de las hondonadas próximas de El Cable. ¿Por qué allí?. Acaso, entre tanto abismo, lleven generaciones incorporando la atracción del vacío. O su mente ¿simple? las haga subir por la incómoda cascajera al pasar por la pista de la Vueltona y ver cerca matorral.


De cabras no cabe sorprenderse, aunque, por no mentir, nos llegaron a extrañar al principio, entre tanta piedra inerte.
Sin embargo, ellas, como de costumbre, y estén donde estén, no se inmutaron lo más mínimo.

Ya sea tumbadas en una lisa llambria ("lastra" dirían en la Sierra de Guara).

O comiendo hierbajos en la misma pista minera que se dirige a la Torre de Altaíz.

Por qué será que las cabras siempre me transmiten tranquilidad y sosiego...

No hay comentarios:

Publicar un comentario