miércoles, 11 de agosto de 2021

PASTORES DE PIEDRAS

Podría pensarse en pastores de piedras a la vista de los corrales siempre derruidos que vemos del lado español. En otras entradas vamos tomando nota de algunos de ellos. Nuestra parte del Pirineo es así.
Pero pasamos al norte y la montaña, en verano, está viva. Y no por el turismo (concentrado en cotas bajas) ni por los montañeros (los nuevos en los puntos tópicos, los viejos pocos).
Sí, pese a lo que se diga el monte está mayoritariamente vacío. Pero en cotas altas de muchos valles franceses, Aspe y Ossau, continua el vacío ancestral. El que se llena con el sonsonete de las esquilas de los corderos y el resoplido de los caballos. No  es difícil de comprobar, tan solo hay que andar monte arriba.

Un ejemplo en la Vallée d'Aspe, entre muchos otros:

La flecha roja señala la Cabanne du Lapassa (el ganado acaba de soltarse y se le distingue bien a poca distancia).
El círculo rojo sitúa la Cabanne d'Escurets (su ganado hace rato que ha salido en dirección al Col de Liard).

Ambos rebaños van a recorrer como de costumbre la montaña que les rodea acompañados de sus pastores. Nosotros, que tan solo vamos a subir con nuestra particular ilusión al Ronglet, vamos a coincidir con el de la caseta de Escurets y sus jóvenes cuidadores.
Solo veremos a estos, pero no son los únicos en estas hileras de montañas. Nada más llegar al Col d'Iseye, muy próximo, y asomarnos a la vertiente de la Vallée d'Ossau, el panorama es formidable:

Las flechas blancas señalan grupos de ganado, diseminado por doquier.

Nosotros, camino del Col de Liard, seguimos el viejo camino señalado por el tropel de corderos de Escurets, así fertilizado para provecho de tantas flores preciosas.



Lo encontraremos al llegar al collado, hace rato que recorren su ladera:


Los pastores y su perro vigilan desde lo alto del montículo de la derecha.

Hacia el otro lado el paisaje es también extenso y maravilloso. Pero de nuevo habitado por semejantes:

La flecha roja señala la Cabanne de Narbèze.

Y sin embargo, algo queda de una época anterior. Recuerda a los "pastores de piedras" de nuestro lado.
Se trata de un viejo corral, lo que en Vallée d'Aspe llaman cueilar, coilar, cojalar.

El recinto se encuentra muy desmoronado pero se distingue. En un extremo (flecha naranja) se configura curiosamente en una doble hilera de piedras que dejan un estrecho pasillo. Adosado a la pared (flecha roja) se cobija lo que debió ser la cabaña.

Se encuentra junto al camino, justo antes de la subida final al Col de Liard y en un rellano que domina una preciosa cubeta de hierba con un pequeño reguero que imita las aguas tuertas.

La flecha roja sitúa el cueilar y la flecha naranja la bien cuidada Cabanne d'Escurets.


En la foto aérea se distingue muy bien (círculo rojo) el recinto y su curiosa doble hilera. En el mapa se señala con una flecha roja.
(Fuente ortofoto: aplicación Mapas de Apple, versión 3.0)
(Mapa: IGN, serie TOP25, hoja 1547OT Ossau-Vallée d'Aspe, édition 1, 1991)

Perdimos la ocasión de preguntar a estos jóvenes pastores si conocían el nombre de estas ruinas que quizá sus mayores habrían conocido.



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