domingo, 17 de agosto de 2025

DÍAS DE GRAN CALIMA

Esta ola de calor nos muestra un Pirineo en altura casi desconocido. La visibilidad reducida, las montañas desapareciendo en la lejanía, la hierba seca las 24 horas, el aire caliente permanentemente. Al menos así está en Anéou.


Atardecer.
El disco del sol se desdibuja entrando en la gran franja de polvo y arena que barre el cielo.

Anochecer.
El sol se vuelve rojo frente a la oscura capa de polvo. Empieza a desaparecer la base del disco solar, instantes después lo hará por completo, bien por encima del horizonte de montañas que habitualmente lo hace.

Instantes antes de amanecer.
El sol ya ilumina un cielo "anieblado", sin la limpidez de estas horas de la madrugada.

Amanece.
Un sol sin fuerza, escondido tras el "velo".


Asoma rojo, como se fué.

Bolita enrojecida que irá subiendo por encima de la franja de polvo y arena.


Pues sí. Como dice la canción, tiene que llover. Si tiene que llover...



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