jueves, 31 de marzo de 2016

jueves, 24 de marzo de 2016

25 AÑOS. Trasito inferior

Hoy hace 25 años que efectuamos, el 24 de marzo de 1991, el primer descenso de lo que pasamos a denominar, con la lógica de estos casos, Barranco "inferior" de Trasito. Rafa ya había abierto el tramo "superior" seis años antes junto a Jordi Gual y tres amigos más.
Esta vez éramos Rafael Larma, Ramón Bitrián, Mariano Casanova y Enrique Salamero.

No teníamos muchas ganas de retomar la gran vertical del Forcallo con todo el agua que bajaba (volveríamos más adelante, ver aquí). De alguna manera Rafa se acordó del viejo Trasito y su posible continuación.

Viniendo por la carretera el barranco superior es muy evidente, no así el inferior.

Desde la cresta cimera de Castillomayor se ve bien todo el recorrido, incluso se adivina el interés del inferior.
Línea naranja: Barranco superior de Trasito. Línea roja: Barranco inferior de Trasito. Punto azul: Barranco superior de Consusa. Punto rosa: Barranco inferior de Consusa.

En aquella época no solo parecía que todo estaba a nuestro alcance sino que, además, era como si estuvieran allí para nosotros. Era tan sumamente fácil encontrar barrancos sin descender y éramos tan escasos quienes nos ocupábamos de buscarlos que de cualquier manera todo salía bien. Fuera planeado o, como en esta ocasión, improvisado. Teníamos la técnica suficiente y la curiosidad necesaria. Y el azar nos quiso reunir.

Como era de esperar, el barranco estaba sin abrir (era la expresión que utilizábamos), y eso que debe ser el de menos aproximación de la historia: entre 0 y 2 segundos.
Para ser un cauce frecuentemente seco (o casi), tuvimos la suerte de encontrar un bonito caudal (aquellos días de marzo de hace 25 años también fueron lluviosos como estos de hace poco). Por eso, el "salto (6m) -posible rápel sin caudal-" que aparece poco después de R3, lo realizamos tal cual sabiendo que quienes vinieran más tarde tendrían que equiparlo para poderlo bajar.


Este es el croquis (con algunos añadidos) del descenso tal y como apareció en el tomo 2 de Cañones y Barrancos. Como ya lo estábamos ultimando no hice ningún dibujo previo sino que fue directamente a la publicación.

Siempre me ha llamado la atención la buena consideración de este barranco y su aparición en numerosas publicaciones. Es bonito y tiene su gracia (están los pasillitos rocoso y ¿a quien no le gusta la preciosa visera?) pero creo que es su facilidad de acceso la que le ha dado el empujón final.


1995. Patrick Gimat
1997. Conocí a Roger Büdeler en la época que preparaba su libro y juntos bajamos el barranco de Feysonciego (Espuena) el 11 de mayo de ese mismo año.

2002. Edu también lo incluyó en su tocho del Pirineo.
2006. Es la referencia más curiosa de todas. Por un error de edición se atribuye la primera a quienes en la fecha indicada abrían el Consusa inferior (quien sabe, quizá la mecánica cuántica pueda llegar a explicarlo).

Los encuentros barranquistas de 2009 y 2010 también lo recogieron en sus propuestas.

La agenda también me recuerda otras cosas. El encuentro con Santiago Agón (que me había ayudado a buscar algunos nombres de barrancos en Guara y cercanías, ver aquíaquí y aquí), el pastor que le acompañaba (y que nombraba a los sitios por su verdadero nombre), la bajada alocada por la entonces pista de Escuaín (la de veces que me he acordado) y lo de los barrancos en Teruel que, a día de hoy, parece una ingenuidad...

martes, 15 de marzo de 2016

25 AÑOS ( x 4 ) de campamento base

La noticia del periódico Diario del AltoAragón lo explica para "el común de los mortales":



Nosotros, que en aquellos años y a nuestra manera éramos "lo propio de los inmortales", también lo celebramos.

Lo venimos viendo en todas las entradas agrupadas en la etiqueta "25 años". En aquel tiempo el bar Mi Bar era nuestro Campamento Base, donde nos juntábamos unas veces a planear, otras a ultimar y siempre a comentar y reirnos de lo pasado.
Desde aquí salimos Ramón y yo aquella primera mañana en la que nos fuimos juntos a barranquear (ver aquí).

Hoy seguimos planeando.

viernes, 11 de marzo de 2016

5 de marzo de 1980

Recordaba mucho estas dos fotos. Afortunadamente Marcos Mairal las tenía escaneadas y me las dio el año pasado. Las he guardado a la espera de estas fechas, poco más 36 años después.

Ninguno de los dos llegábamos a los veinte años.
Fuimos a Benasque en el autobús de línea y subimos andando hasta la Cabaña de Santa Ana en el Valle de Estós. Nos quedamos allí cuatro noches, del 3 al 7 de marzo de 1980. Fue nuestro campamento base.
Ciertamente eran otros tiempos, en la cabaña dejábamos con total confianza sacos de pluma y esquis (no los llegamos a emplear, y bien se me valió, nunca me he puesto unos ni antes ni después). A la vuelta todo estaba en su sitio.

El día 5 decidimos escalar la arista oeste del Perdiguero. No hizo un buen día y tampoco llevábamos un horario muy adecuado. Decidimos retirarnos rapelando por la vertiente norte. Recuerdo que la bajada desde el Portillón de Oô hasta Santa Ana fue rápida y fulminante. La nieve estaba impecable y fuimos literalmente corriendo sin necesidad de crampones.


En ambas fotos soy yo el que aparece. La de la izquierda muestra uno de los largos de la arista. La de la derecha durante los rápeles de retirada (a los pies tengo el bloque que laceamos para el último de ellos y del que no sabíamos si estaba adosado a la pared o soldado por el frío; aguantó).

Inútil decir que ni goretex, ni softshells, ni botas invernales, ni na de na. Un jersey de lana que me había hecho mi madre, botas de cuero (de las de antes), pantalones de "laster", unas polainas de nylon, unos guantes de lana. Cuerda en simple, un piolet cruzado en los tirantes de la mochila, unas bagas en bandolera, algún mosquetón.
Un poco parcos. Luego aprendimos a serlo un poco menos.

Y esta es la información que teníamos. Por entonces no había mucho más. Aún tengo, desde entonces, señalada la página de la arista.




Claro está, tenemos que vivir la época que nos toca. Pero...