martes, 13 de febrero de 2018

25 AÑOS (y unos días). Barranco Naya y Canal del Cajigar

Hay que disculparse. Se me ha pasado la fecha exacta de los 25 años y escribo este recordatorio con un pequeño retraso.

Son dos descensos que realizamos en el lapso de una semana, ambos en el Valle de Rodellar y en pleno invierno. En uno no nos mojamos nada, en el otro considerablemente (aunque poco rato).
No fueron barrancos buscados expresamente como tales, en la estela de todos los que habíamos explorado estos pasados años. Esta vez, simplemente formaban parte del territorio que me dedicaba (me dedico) a investigar.

Punto rojo superior: Canal del Cajigar. Punto rojo inferior: Barranco Naya.
(Mapa IGN. Serie MTN50. Hoja 249, 30-11)
(Aplicación Maps de iPad)

Ninguno de los dos cumplen, se mire como se mire, los más mínimos requisitos que rigen la práctica deportiva del descenso de barrancos. Sin embargo...
Y tampoco es la primera vez que defiendo lugares que parecerían condenados al desinterés. Pero el escándalo, como la belleza, tan solo está en los ojos que miran.

10 de enero de 1993. Barranco Naya
Fuimos José Antonio Cuchí y mi amigo de Jaca, Miguel Santamaría. Así lo anoté:


Resultó una selva, aunque no desagradable. Siempre que paso por su desembocadura lo recuerdo. Fue simpático llegar por aquí al fondo del río Alcanadre. Soy fácil de contentar si así conozco los lugares desde todos sus rincones. Siempre hay algo que alimenta nuestro ser.

El cañoncito, el tupido bosquecillo de bojes y los manantiales del final.

Nada encontramos que nos hiciera suponer un descenso anterior (al menos de la caida final). Una primera, después de todo, con muy poca gloria. Pero años después, el señor Abilio Escartín (nacido en as Almunias) me comentó que antiguamente sí se atravesaba este tramo final, para alcanzar un difícil paso que bajaba al Alcanadre aguas abajo: el Gradón d'o Paco Naya (ver aquí).
Aquel día, el caudal del Alcanadre estaba interesante y, además, salimos del cañón por un camino que sabía de él pero desconocía: el que recorre las Fajanas de Martín Juan. Todo estupendo.

17 de enero de 1993. Canal del Quejigar
José Antonio Cuchí y yo vinimos aquí al domingo siguiente, aunque ambos lo teníamos en mente desde el 29 de noviembre del año anterior:



Entonces desconocía algo que pude averiguar mucho después: su verdadero nombre, tal y como la llamaban los habitantes de Otín, era (es) Canal de Sarratiás.

En otro lugar hemos explicado esta canal (afluente del Barranco Mascún) y con tal motivo reseñado este primer descenso. Para no repetirnos nos remitimos a él (ver aquí).


La línea verde sitúa la Canal de Sarratiás. La línea azul es el conocido Barranco d'Otín.


Este es el croquis que entonces dibujé.