sábado, 28 de febrero de 2015

25 AÑOS. BARRANCO CERRIGÜELO (Y BIÑA)

UN PRIMER INTENTO
Lo intentamos una primera vez Fernando y yo el 30 de agosto de 1989. En marzo habíamos bajado su vecino Pallas (ver aquí) y no demoramos mucho su visita. Como aquel, habíamos visto su angosta desembocadura en los Estrechos del Balcez.
Esta vez entramos desde Biña por el camino que ya vimos y que nos habría evitado la pinchuda parte superior. Guardo un cuaderno con una simple anotación:


Probamos entrando por el cauce, claro, pero la espesura del matorral nos desanimó y nos buscamos una salida como pudimos.


Este es el barranco en su cruce con el camino. Como se puede ver, esta primera parte desanima a cualquiera. No es de extrañar que nos saliéramos.

UNA SEGUNDA VEZ
Para esta ocasión decidimos observarlo todo desde la otra vertiente del río. El 16 de febrero de 1990 estuvimos por la Sierra de Rufas recorriendo pistas y cortafuegos. Era un día primaveral, todos los almendros estaban florecidos. Volvimos optimistas, apunté en la agenda: "bien, vuelve la fé".

LA DEFINITIVA
A los pocos días, el 28 de febrero de 1990, Fernando Biarge y Enrique Salamero efectuamos el primer descenso del Barranco Cerrigüelo. O lo que es lo mismo, ese día acertamos con la entrada.



Los intentos merecieron la pena. El final era muy bonito. Cierto que también es muy corto, pero hacía tiempo que ya sabíamos que no todo es Gorgas Negras y que lo precioso a menudo se ofrece en cuentagotas.


Ese mismo día dibujé este croquis.


La flecha negra señala la ermita de la Virgen de Biña. El punto rosa es el Barranco Biña, el punto rojo el Barranco Cerrigüelo y el punto naranja el lugar desde donde bajamos al cauce.

EL BARRANCO BIÑA
Para el retorno hicimos algo original que habíamos planeado unos días antes: volvimos remontando el Barranco Biña. Confiábamos en poder salir. Algo aventurado, es verdad, un resalte del cauce o un escarpe lateral, podían dar al traste. Pero, ya lo decía Virgilio, "audaces fortuna iuvat".
Por supuesto que no era una primera, pese a lo que escribí en la agenda. Y encontramos un pequeño sendero, ¡menos mal! ya que el entorno es complicado y vestido.
Nos salió todo redondo. Paramos a comer en un tranquilo lugar.


El croquis lo dibujé al día siguiente.

LOS OTROS AFLUENTES DEL BALCEZ
Con Cerrigüelo y Biña cerramos el capítulo de los barrancos de Balcez que nos parecían interesantes. Ciertamente hay otros pero los juzgamos o menores o sin interés deportivo.
Con el paso de los años Eduardo Gómez bajó los pequeñitos del tramo inferior (afluentes de Fondo y otros menores aguas abajo). Mi amigo René Bouyal, al que siempre le han gustado los lugares inhóspitos, se atrevió en 1996 y 2008 con dos afluentes del Balcez superior, cosechando ramas y pinchos (eso si, también gran paisaje y soledad). Y mira por donde, uno de los más visibles desde lejos, el que baja del Castillo os Santos, fue Luis Mariano Mateos, otro buen explorador, quien ya lo bajó, y en solitario, hace mucho tiempo.

viernes, 20 de febrero de 2015

25 AÑOS. BARRANCO DEL HUEVO

Ya lo vimos 10 días antes, durante el regreso del Barranco de la Canaleta (ver aquí). Se puede decir que nos lo dimos de frente. No sé si se nos habría ocurrido pensar que podía haber aquí un barranco estrecho e interesante, tan discreto es el lugar. Pero los vientos siempre son favorables a quienes cabalgan a lomos de la curiosidad.

La flecha roja señala el lugar donde se encuentra el Barranco del Huevo.
El punto naranja es el de las Cuevas de la Reina y el rojo La Canaleta.

Como era de esperar, no tardamos en volver. Esta es la bonita vista que se tiene llegando:

El Huevo se ve, pero el barranco está completamente escondido. El recuadro rojo es el santuario de San Cosme y San Damián.

El 20 de febrero de 1990, Fernando Biarge y Enrique Salamero, salimos a dar una vuelta por la mañana y, como explica mi agenda, nos decidimos sobre la marcha a visitar este barranquito.


Resultó tan breve como bien hecho. Me gusta pensar que en un macizo tan abrupto y con barrancos de tanta envergadura, hay sitio también para una miniatura bonita.


Esa primera vez bajamos, claro está, hasta el pantano. No mereció la pena. Siempre que he vuelto nos hemos detenido al salir del estrecho.

Esa misma tarde hice el croquis y volví a realizar otro el 20 de marzo de hace casi 6 años. Aquella vez lo bajamos todo desde anclajes naturales y apurando todo lo que pudimos. Cierto es que algunos de ellos desaparecieron hace años, cosas del paso del tiempo.


Por cierto, tampoco sé como se llamará de verdad este barranquito.

miércoles, 11 de febrero de 2015

25 AÑOS. BARRANCO DE LAS CUEVAS DE LA REINA

Al día siguiente del Barranco de la Canaleta (ver aquí) le tocó el turno a su paralelo y vecino. Nos habíamos esperado para que también estuviera Ramón, le habíamos guardado el mejor. Por la tarde, a la vuelta del barranco, fuimos a verle y organizamos el plan
Y así, el domingo 11 de febrero de 1990, Fernando Biarge, Ramón Bitrián, Xavi Michelena y Enrique Salamero efectuamos el primer descenso del Barranco de las Cuevas de la Reina. Qué buen día una vez más.


Este es el barranco. Por su base se extienden las Cuevas de la Reina, bien visibles por el nivel bajo del embalse.


En el último momento decidimos cambiarle el nombre por la proximidad de estas cavidades. Vamos a verlas desde aguas arriba en una comparativa:

En ambas fotos vemos los Estrechos del Palomar de los que ya hablamos en la entrada del Barranco de la Canaleta (ver aquí).
IZQUIERDA. Imagen del 10 de septiembre de 2005 con el nivel del pantano especialmente bajo. Por el centro se descuelga el Barranco de las Cuevas de la Reina y el conjunto de cavidades se observa a su izquierda.
DERECHA. Es una vieja fotografía de Julio Nogués publicada en la traducción de 1976 del libro de Pierre Minvielle "À la découverte de la Sierra de Guara". Se ven muy bien los Estrechos del Palomar y la mayoría de las Cuevas de la Reina.

En esta ocasión decidimos llegar cruzando a nado desde la otra orilla para luego remontar la peña buscando el mejor paso, solución que con el tiempo ha sido la más empleada.
Cualquiera que haya realizado este descenso puede imaginarse lo emocionante y lo contento que estábamos a medida que instalábamos un rápel tras otro. Ya desde arriba nos hacíamos los valientes ante el gran salto que pensábamos efectuar para caer al pantano, qué diablos, ni rápel ni nada. Y casi fue verdad. En el último nicho antes del agua se dio de baja el único espitador que teníamos. Y menos mal que, al menos, pudimos meter un espit... porque de saltar desde esa altura... Años más tarde hubo quien sí se atrevió, pero no nosotros aquel día (por la boca muere el pez).


Ese es el nicho donde nos callamos quienes íbamos a saltar.

Nada más llegar a casa, comimos (fue una apertura rápida) y dibujé el croquis, que ya tenía ganas:


En esta última panorámica vemos el gran paisaje que recoge estos dos preciosos barrancos:


Imagen tomada desde lo alto de Ligüerre, camino del Barranco de Escomentué (ver aquí).
Punto rojo: Barranco de la Canaleta. Punto naranja: Barranco de las Cuevas de la Reina.

martes, 10 de febrero de 2015

25 AÑOS. LA CANALETA. La primera de dos muy originales

La culpa de todo, como se suele decir, la tuvo este libro y esta fotografía que aparece en la página 64:

En la imagen de la derecha vi los dos barrancos: el de la Canaleta (punto rojo) y el de las Cuevas de la Reina (punto naranja). La flecha roja señala el Paso de Natersa.

Un día de 1988, siendo yo bibliotecario del club Peña Guara, vino Fernando Biarge y me regalo ese libro. No nos conocíamos personalmente pero constituyó una presentación informal y amigable para escribir juntos unas guías barranquistas que en 1991 verían la luz. Mira por donde, ese regalo propiciaría tiempo después la apertura de los barranco Canaleta y Cuevas de la Reina, luego lo veremos.

AFLUENTES DE UN DESAPARECIDO
El Barranco de la Canaleta, como su vecino paralelo, es afluente de unos formidables estrechos hace tiempo invisibles: los Estrechos del Palomar.
Dos noticias aparecidas en el antiguo boletín del club Peña Guara hacen referencia e ilustran lo sucedido:


El de la izquierda corresponde al boletín nº 7 del año 1960, el de la derecha al nº 18 de 1972.

La foto que allí aparece permite una comparación más que nostálgica:

Aunque la orientación no es la misma, las imágenes hablan solas.

EL BARRANCO DE LA CANALETA
Sucedió el 29 de enero de 1990. Anoté en mi agenda:
"Libro (guía) bcos. Fernando B., pag 64, Vadiello: se ve, al menos, 1 bco. interesante."
Me estaba refiriendo al que luego sería el de las Cuevas de la Reina. La exprersión "al menos" dejaba entrever que había algún otro, me refería a la Canaleta.
El 1 de febrero se lo comenté a Fernando:
"Le enseño a Fernando B. el nuevo bco. que encontré en una foto suya de Vadiello. Ya lo ha bautizado (este si que tampoco tiene nombre): Baco. de Tersa (por el llamado "paso de Tersa", que rodea por una vira el paredón de S. Cosme)."
La flecha roja señala el Paso de Natersa, que da paso a una cornisa colgada sobre el paredón que domina el santuario de San Cosme y San Damían (rectángulo rojo). Por allí accederíamos al Barranco de la Canaleta.

Y al poco, el día 6, ya fue definitivo:


Sin duda, ese martes quedó todo sentenciado. Estábamos muy motivados por lo original que estaba resultando.
Y nos llevamos una gran sorpresa gracias a Ángel Lorés (que ya había participado en la primera de la Canal del Palomo en agosto de 1954).

Este es nuestro amigo Ángel Lorés en la cima del Cervino. Y a la derecha los dos barrancos: la Canaleta (flecha roja) y el de las Cuevas de la Reina (flecha naranja).

Pensamos que encontraríamos el barranco con restos de su descenso. Pero no fue así, no había ni rastro. No bajarían todo el rato por el cauce, suponemos.
Por nuestra parte, el sábado 10 de febrero de 1990, Fernando Biarge, Xavi Michelena y Enrique Salamero descendimos el Barranco de la Canaleta que, a tenor de lo visto, dimos por una primera. Al menos una primera integral siguiendo el cauce.


Ciertamente todo lo instalamos desde árboles y arbustos. Menos el penúltimo rápel, y no había opción, y las longitudes eran largas. Nada encontramos tampoco.
Nos pareció un recorrido formidable. La aproximación, descenso y retorno eran algo que no habíamos imaginado antes y que no se parecía a nada que ya conociéramos. Era, es, un paisaje maravilloso y abrupto.
Y, además, ya vimos que del famoso monolito del Huevo bajaba un estrechito prometedor... ¡Qué tiempos, parecía que el mundo se acabara de inventar!.

UN GRAN AMIGO
La casualidad hizo que poco antes estuviera en contacto con un buen amigo de mis tiempos de estudiante en Barcelona, Xavi Michelena. Rápidamente lo invité a que participara en lo nos esperaba los próximos días. Juntos hicimos muchas cosas y él también es un hombre inquieto y curioso. Llegó la víspera.


Aqui está Xavi el 22 de julio de 1979. Ese día escalamos juntos la arista de Llosás al Aneto. También estaba José María Codina (Hu-sa). Los tres estamos en la cima. Éramos mucho más jóvenes.

LA GORRA
En el tomo 1 de las dos guias de 1991 salgo de esta guisa en una fotografía del primer descenso de la Canaleta:


No era la primera vez. En otra foto del mismo libro, durante la primera de Abizanda, se me ve igual.
Durante un tiempo, cuando salía el comentario, entre risas, lo tenía que explicar: yo no era ni camionero ni trabajaba en ninguna gasolinera. La gorra de "Total" guardaba en su interior la libreta y el lápiz con el que tomaba las anotaciones que luego empleaba para los croquis. Al finalizar el descenso de la Canaleta mantuvo a salvo los apuntes durante la gran nadada que nos atizamos.

sábado, 7 de febrero de 2015

25 AÑOS. BARRANCO MALPASO

Es sencilla y breve la historia de este descenso.
Dieciocho días antes habíamos estado en el Barranco Sarratanas (ver aquí). Era cuestión de tiempo que visitáramos el que desembocaba en frente.

El punto rojo grande señala la cuenca de cabecera del Barranco Malpaso y el rojo pequeño el afluente por el que entramos. El punto y flechas naranjas indican la desembocadura y situación del Barranco del Fornocal (el puente de la carretera se encuentra escondido justo a la izquierda). El punto rosa es el Barranco Sarratanas.

El 7 de febrero de 1990, Fernando Biarge y Enrique Salamero efectuamos el primer descenso del Barranco Malpaso.


Volvíamos a desconocer su nombre y volvimos a tomar prestado el de una partida cercana (que poca formalidad, con lo puntillosos que me he vuelto después).
Como íbamos con un solo coche decidimos entrar por el afluente que se ve en la foto.

Este es el croquis que dibujé esa misma tarde.

Fue, por así decirlo, un descenso de circunstancia. La cabeza ya la teníamos más que ocupada con lo que iba a venir después.