jueves, 20 de octubre de 2016

25 AÑOS Barranco Trigoniero

Veo en mi agenda como durante la semana se fue sentenciando el plan.
El miércoles 16 "Ramón quiere marcha para el barranco del domingo".
El viernes 18 nos fuimos a dar una vuelta Fernando, Esteban, Félix y yo. A la vuelta anoté:



Ese mismo día compré el mapa 1:25000 del IGN donde salía el barranco y (para la anécdota) por la noche nos fuimos a casa de Toño en Ayerbe. Acababan de llegar del Everest y vaciaban los petates. Para ellos también hace 25 años ahora.
El 19 Cuchí estaba muy resfriado y decidió que no iría el domingo.
Y llegó el turno del domingo 20 de octubre de 1991:



Hacía un día soleado, pero un frío del carajo: nos pusimos el neopreno dentro del coche.
Ese mismo día empecé a dibujar el croquis. Lo ultimé el lunes. Éste:

Texto

Lo publicamos en la segunda edición del tomo 2 de Cañones y Barrancos:



Y así quedó la cosa entre nosotros.

CONTROVERSIA CON EL PRIMER DESCENSO
Sin embargo, apareció en 1995 el libro de Patrick Gimat:



En el se reflejaba que la "primera" no era nuestra. Nos quedamos muy sorprendidos pues durante nuestro descenso no encontramos absolutamente nada y tuvimos que pitonar la mayoría de los rápeles. Siendo como es que el caudal es mayoritariamente desviado y frenadas las grandes crecidas, nos cuesta creer que el caudal resultante se hubiera llevado todo resto de instalación anterior (y siempre echamos muchos ojos para ver si alguien ha pasado antes).
Además nos dejó pasmados la temprana fecha (verano de 1984) de ese supuesto primer descenso, pues en ese momento el único barranco bajado en la zona incluido, todo el macizo de Monte Perdido, era el Yesa superior (comparado con todo lo que había por abrir, el Trigoniero es una insignificancia además de poco evidente). Nos pareció (me sigue pareciendo) inverosímil. No sé si Patrick cotejó lo suficiente esa información, le llegara de donde le llegara. Lo cierto es que decidió ahorrarse plantear la duda.
En fin, igual estamos equivocados. Pero...

Por nuestra parte ninguno de los tres hemos vuelto a bajarlo. Ramón y yo seguimos en el monte. Suso ha campado por el mundo.

Y pensar que nos dejamos en el tintero la preciosa garganta de Ordiceto...