Preciosa Predicadera.
Hace unos pocos días escalamos el espolón Guanchinfú. Lo subí por primera vez el 14 de marzo de 1987. Han pasado todos estos años.
Ya no tenemos tiempo para escalar lo suficiente, ni aquella forma física, ni ausencia de lesiones. Aunque sí ganas.
Es así como podemos apreciar el equipamiento de vías de grado medio como esta. Y en La Predicadera no es algo banal.
En aquellos años escalar aquí, por esta roca compacta, era sinónimo de asegurarse muy poco y de aquellas maneras. Recuerdo montar reuniones que ocupaban (valga la expresión) "metros cuadrados" al intentar hacer trabajar de forma "conveniente" cordinos y fisureros puestos como se podía. Además, la caida en estos espolones no es nada favorable al estar conformados por canaletas, repisitas y cantos angulosos. Uno podía hacerse bastante mal hasta que pudiera actuar alguno de esos escasos seguros que conseguíamos poner.
Templar los nervios es condición necesaria para aprender a escalar, pero son a menudo este tipo de vías las que pagan este precio. Un precio quizá demasiado alto. Personalmente agradezco que itinerarios así dejen de ser lugares donde jugarse el físico y muestren sencillamente la belleza de escalar. La necesidad de ir sobrado de grado y asumir la exposición son serias exigencias más propias de otra clase de itinerarios. O, al menos y con el paso de los años, eso pienso. No digo nada nuevo.
Ya no tenemos tiempo para escalar lo suficiente, ni aquella forma física, ni ausencia de lesiones. Aunque sí ganas.
Es así como podemos apreciar el equipamiento de vías de grado medio como esta. Y en La Predicadera no es algo banal.
En aquellos años escalar aquí, por esta roca compacta, era sinónimo de asegurarse muy poco y de aquellas maneras. Recuerdo montar reuniones que ocupaban (valga la expresión) "metros cuadrados" al intentar hacer trabajar de forma "conveniente" cordinos y fisureros puestos como se podía. Además, la caida en estos espolones no es nada favorable al estar conformados por canaletas, repisitas y cantos angulosos. Uno podía hacerse bastante mal hasta que pudiera actuar alguno de esos escasos seguros que conseguíamos poner.
Templar los nervios es condición necesaria para aprender a escalar, pero son a menudo este tipo de vías las que pagan este precio. Un precio quizá demasiado alto. Personalmente agradezco que itinerarios así dejen de ser lugares donde jugarse el físico y muestren sencillamente la belleza de escalar. La necesidad de ir sobrado de grado y asumir la exposición son serias exigencias más propias de otra clase de itinerarios. O, al menos y con el paso de los años, eso pienso. No digo nada nuevo.
EL ESPOLÓN GUANCHINFÚ
Es el más oriental de un conjunto de 4 que se reunen en una simpática cumbre bien individualizada y de cima plana.
Es el más oriental de un conjunto de 4 que se reunen en una simpática cumbre bien individualizada y de cima plana.
La estructura escalonada de este espinazo, tan bien configurada e imbricada en el resto de la peña, muestra perfectamente las características del lugar.
Fue escalado la primera vez en 1985 por Jorge Castaño, Joaquín Floria, Ángel Guerrero y Francisco Hinojo.
Reseñas y graduación
Aquellas primeras veces disponíamos de una graciosa panorámica con las vías del abiertas:
Del espolón Guanchinfú hice una reseña en su momento. Ahora la he vuelto a repetir:
Fue escalado la primera vez en 1985 por Jorge Castaño, Joaquín Floria, Ángel Guerrero y Francisco Hinojo.
Reseñas y graduación
Aquellas primeras veces disponíamos de una graciosa panorámica con las vías del abiertas:
A la izquierda la que dibujé en el libro-registro de actividades del club Peña Guara. A la derecha la actual.
Otras reseñas circulan por internet. Como siempre, difícil ponerse muy de acuerdo. Incluso con uno mismo... (creo que la juventud y la costumbre suelen tender a rebajar el grado).
Cambios en el itinerario
Aunque la graduación siempre será más o menos subjetiva, respecto al trazado del itinerario sí que se pueden establecer comparaciones más precisas.
La fotografía señala en rojo el itinerario que hemos subido ahora siguiendo el reequipamiento. Pero hay diferencias si observamos la reseña original:
- El primer largo se subía más directamente.
- El segundo largo no subía por el espoloncito que hay a la derecha de los árboles sino que alcanzaba la actual travesía del tercer largo subiendo unas rampas por la izquierda.
- Y en el quinto largo el equipamiento ha ignorado la lógica canaleta de la via original y ha sido trazado forzadamente (y aumentando la dificultad) por un lateral. Aparece señalado en azul en la fotografía.
Por lo demás el espolón sigue igual de bonito:
Largos 1, 2 y 4
Largos 5 y 6
Hola, soy Jorge C. Uno de los aperturistas del esp. Guanchinfu, tenéis toda la razón, resulta triste para mi leer comentarios sobre el hiperasegurado esp. A lo mejor un termino medio hubiera sido lo justo ni lo de antes ni lo de ahora. Cierto es que ahora el escalador por mucho grado que haga, no contempla en ningún momento la mínima posibilidad de una caída sin el seguro a un metro. Los tiempos cambian. Salud.
ResponderEliminarHola Jorge.
EliminarEs verdad que se suele ir de un extremo al otro. Sería preferible encontrar un término medio. Lo que suele pasar es que las vias deportivas actuales estan muy equipadas, pero en las vias de grado medio-bajo la situación es muy desigual. O están llamémosle "descuidadas" (las más de las veces) o cuando se reequipan se sobreequipan. Parece que es poco fácil conciliar los opuestos.
Un saludo