Un buen día supimos de Poey. Ignorábamos que esa montaña/colina se llamara así. Veíamos una gran ladera de helechos, junto a Accous, con una cruz en su cima.
También aprendimos que su corazón es tan verde como su vestido, de ofita verde. Y que la montaña sigue siendo montaña por el coraje de sus vecinos. Consiguieron vencer a un proyecto de cantera. Un final feliz.
Si nos fijábamos antes, cuanto más lo hacíamos desde entonces. Hace unos días decidimos subirla. Una nueva etapa en la cura del catalogador...
La montaña de helechos y el pueblo salvador.
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