Hoy hemos escalado en Sopeira el Espolón de los Elfos los cuatro que últimamente andamos volviendo a merodear juntos. Yo había estado aquí por primera vez el 19 de marzo de 1995. El 6 de mayo de ese mismo año volví, y también Ramón (aunque iba en otra cordada). Aún estuve una tercera vez y hoy aquí estamos. Hace días que las cordadas ya están hechas si nos hemos de juntar los cuatro, Ramón ya me entiende.
Inútil decir las bondades de esta vía para todo aquel que la conoce. Una roca que quita el hipo, presas por todas partes, dificultad mantenida y, oh maravilla, equipamiento comedido: "pocos" parabolts y ninguno allí donde uno se puede asegurar con fisureros o friends.
Por lo que respecta a la dificultad no creo que nunca nos vayamos a poner de acuerdo. Miro varias reseñas y me quedo algo perplejo. En 1995 hice la mía propia y a día de hoy creo que la sigo suscribiendo. He añadido algunas precisiones.
Estas son algunos de los ratos del día de hoy (comida en Benabarre excluida):
Anabel a pocos metros de llegar a la segunda reunión. Detrás suyo una placa formidable.
Anabel a pocos metros de llegar a la tercera reunión. Una fisura para autoprotegerse a placer.
Mariano a punto de entrar en la placa más curiosa de la vía (no hay arbustos a donde dirigirse, como ya lo había intentado en el tercer lago, por algo es "Arboleda"). Mi pié ya anuncia que en la reunión no hay mucho espacio (ya se sabe, ideal para gente bien avenida).
Anabel en medio del bonito cuarto largo. Ramón en la reunión cuidando también de su pié (lo que puede).
Ramón llegando a la primera reunión.
El material de Ramón... solo le faltan las mallas fluo.
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