Es una fecha especial.
Fue el estreno de un equipo explorador: el primer descenso de un primer barranco. Además, y para mi es muy importante, fue el estreno en darnos cuenta de que los exploradores seguimos los pasos de otros: la vieja vida tradicional también pasaba por aquí.
Un día como hoy hace 25 años, Fernando Biarge, Hugo Biarge, Álvaro Santolaria, Ramón Bitrián y Enrique Salamero, efectuamos el primer descenso del Barranco Chimiachas.
Buscábamos objetivos, Fernando y yo habíamos decidido publicar una guía de barrancos.
De Chimiachas conocíamos la espectacular "Cocineta" y sabíamos del maravilloso ciervo levantino que se encuentra en su circo de cabecera y que vimos durante la aproximación. Nada más.
Bueno, casi nada más. Teníamos la mosca en la oreja. Por esto:
No nos explicábamos este texto de la Editorial Alpina que se aventuraba a indicar el posible descenso de un barranco que nosotros pensábamos sin bajar. Creíamos controlar la información y esto no encajaba.
Bueno, resultó que tuvimos razón. Chimiachas nos esperaba a nosotros, no había rastro de pasos anteriores... salvo esto:
Nos quedamos boquiabiertos. Nunca lo habríamos esperado. Un camino cruzaba por el lugar más espectacular, ¿qué hacía aquí?. Estoy contento de pensar que, ya en la primera vez, apareció inesperadamente algo que tanto me importaría con el paso del tiempo.
La foto no es de ese día sino del 7 de febrero de 1993, cuando José Antonio Cuchí y yo encontramos el camino. Pero esa es otra historia, esperaremos a que cumpla los 25...
La foto no es de ese día sino del 7 de febrero de 1993, cuando José Antonio Cuchí y yo encontramos el camino. Pero esa es otra historia, esperaremos a que cumpla los 25...
Fue un día fenomenal.
El retorno lo efectuamos a las bravas. El actual camino que baja al caos de la Visera lo desconocíamos y estaba perdido (tardaría muchos años en recuperarse), así que remontamos la ladera por una franja rocosa no lejos del acantilado.
Lo del jabalí tiene su gracia. En otras ocasiones he vuelto a ver jabalíes muertos en este mismo sitio. Deben despeñarse al intentar cruzar las resbaladizas pendientes rocosas que pasan por la cabecera de la Cocineta, las del último rápel. Por lo tanto, este jabalí se nos adelantó en el primer descenso de la Cocineta, pero con nefastos resultados ante la falta de material especializado. Con el paso del tiempo creo que estos animales tienen que ver más de lo que parece con el descenso de barrancos (cuando se cumplan los 25 años del Barranco del Río, en Abizanda, explicaré por qué).
Ya en casa, las anotaciones que tomé durante el día las pasé a un croquis en planta. Al principio dibujaba así. El perfil de la derecha lo realicé tiempo después.
No hay comentarios:
Publicar un comentario