Fuimos a trepar-escalar la cresta divisoria que une la Hourquette d'Aubert con el Col de Madaméte.
A juzgar por lo encontrado, dos gremios han dejado aquí su impronta: pintores y constructores.
Los primeros se ha mantenido fieles al filo:
Aunque es difícil imitar a la naturaleza...
Los segundos se han esmerado en la montaña de salida y en la de llegada:
Entremedio ya no se esmeraron tanto en emular a los pintores. Avisados quedan pues, quienes quieran escalar más rato, de seguir preferentemente a estos últimos.
Juntos se encontraron en la cima de Madaméte:
A la que también llegamos nosotros:
Tras las huellas de todos ellos:
En el Col de Madaméte una chica acababa de dibujar una preciosa acuarela del Néouvielle. Será verdad que todo confluye cuando se tienen los mismos ojos...
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