Un día como hoy hace 25 años descendimos el tramo medio del río Bellós en el cañón de Añisclo. Se trató del primer descenso invernal de este barranco. Fué el sábado 21 de enero de 1989. Lo bajamos Ramón Bitrián, Isaac Hoyos, Rafael Larma y Enrique Salamero.
Ésta es la página de mi diario donde anoté el descenso. La noche anterior habíamos subido a dormir a Escuaín para poder empezar temprano el día siguiente. Fué una actividad de sol a sol. Regresamos al coche a oscuras y quitarse entonces el neopreno fué lo más congelador del día (por suerte teníamos los sacos de pluma en el coche).
Llevábamos un traje de neopreno de 3 mm y una camiseta interior normalita. Isaac había bajado tiempo antes en solitario y en invierno Gorgas Negras y nos comentó que se había untado el cuerpo con grasa de ballena (al parecer le fue bastante bien, pero no tanto el pringue posterior). Solo yo llevaba guantes de neopreno. Rafa tuvo las manos resentidas por el frío unos cuantos dias y a Ramón se le caían las lágrimas.
Al principio había bastante hielo fuera del agua por lo que íbamos casi a rastras. Salté mucho, tenía la impresión de que el contacto brusco con el agua me producía un bienvenido subidón de energía (o eso me parecía a mi). En lo que estábamos todos de acuerdo era en la pérdida progresiva de la capacidad de recuperación. Al final el frío se nos apoderó.
Nos lo pasamos francamente bien. Nos pareció un barranco extraordinario y precioso, muy variado y con gran ambiente.
Éstas eran las reseñas donde nos informamos. La de la izquierda es el croquis que en su tiempo realizó Oriol Pié (al que años más tarde conocí) en la época de su primer descenso. La de la derecha era la guía barranquista de la época pero cuya descripción nos pareció muy exagerada.
No vimos absolutamente a nadie en todo el día.
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